El Pais Uruguay

Peñarol, el barrio que aún TEME

Ola de homicidios dejó su marca entre los vecinos

DELFINA MILDER

Hace tres meses, el barrio Peñarol fue escenario de muertes sangrientas y ajustes de cuenta. En respuesta, la Policía montó un operativo de patrullaje e investigación, que dio como resultado varios allanamientos y el cierre de dos bocas de venta de drogas. Aún así, muchos vecinos todavía temen. Los que viven cerca de una boca nunca están del todo tranquilos. “En un segundo cambia todo. Estás bien hasta que pasa una moto a los tiros; el barrio se alborota, se suben a los techos”, relata una vecina. Otros dicen que, al haber mermado la presencia policial, volvieron los hurtos y los arrebatos. Desde el Ministerio del Interior reconocen que “la presencia policial gigante” ya no está, pero aseguran que las rutas de entrada y salida al barrio “están controladas”.

La demanda de rejas es una especie de termómetro que mide la inseguridad. Así lo ve Javier, un herrero que tiene su negocio en Bulevar Aparicio Saravia, la calle principal del barrio Peñarol. Dice que desde hace algunas semanas trabaja “a dos manos”, por gente a la que robaron y también por los vecinos a los que no les pasó nada “pero están de nuevo con la psicosis”. Javier conoce a casi todos los policías de la comisaría, porque ante un robo la gente hace dos llamadas: al 911 y al herrero. Casi siempre se entera cuando pasa algo. “Si en una casa robaron, caigo yo y están ellos”, dice. Javier muestra otro indicio del miedo: el catálogo de varillas para una reja. “Hace dos años colocaba varillas de este grosor, 12 o 14 milímetros. Ahora la gente elige directamente la de 16”, cuenta.

Peñarol todavía teme. El barrio estuvo bajo fuego cruzado en mayo, cuando se registraron siete homicidios en el mes; cinco de ellos en 48 horas. Lo que encendió las alarmas de las autoridades y el terror en los vecinos fueron las formas de matar y de deshacerse de los cuerpos: dos hombres fueron encontrados semicalcinados; dos fueron asesinados a tiros y el último se halló desmembrado y semicalcinado. Salvo el asesinato de un comerciante durante una rapiña el 30 de mayo, se presume que el resto de los crímenes están vinculados a una disputa de territorio entre grupos criminales.

A pocas semanas de esos asesinatos, se registraron cinco más —el 28 y 29 de mayo— en todo el país, dos de ellos en Peñarol. Un jerarca de la Policía dice que dos fueron aclarados judicialmente, uno “desde el punto de vista policial” y sobre los otros dos se sigue trabajando.

El Ministerio del Interior dio a conocer hace algunas semanas las cifras del primer semestre. En cuanto a homicidios, hubo un aumento del 39% respecto al mismo período de 2021. En total hubo 188 homicidios entre enero y junio, mientras que en el mismo período del año pasado fueron 135. En Peñarol, en concreto, no se registraron homicidios desde aquella escalada de mayo.

Los vecinos están convencidos de que lo que pasó ese mes fue una guerra “entre ellos”, dicen. “Ellos” son los dueños de las bocas, los integrantes de las bandas, los consumidores.

Dice Santiago González, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior: “Nosotros planteamos que en mayo hubo un corrimiento de una banda de narcotráfico que intentó tomar el territorio. Hubo una pelea entre bandas, algunas viejas del barrio con alguna que se quiso asentar allí. A su vez, también hubo una ‘lucha’ por consumidores. Si cambiaban de proveedor o de boca, los amedrentaban. Y así, hubo algunas personas que murieron”.

Según publicó El País en mayo, de acuerdo al relato de fuentes policiales y fiscales, hay bandas vinculadas al narcotráfico en cada barrio de Montevideo. En total serían unas 40. En algunos barrios, como Peñarol, se cuentan hasta tres. Interior optó por no responder la pregunta de cuántas bandas operan al día de hoy en ese barrio.

LA HISTORIA DE UN “PUEBLO”. Sobre la vía, en la intersección con Aparicio Saravia, unos 10 hombres trabajan en lo que será, en algún futuro, el camino del tren de UPM. Otros hombres colocaron esta misma vía hace más de un siglo. Sus hijos iban a una escuela que se destruyó para levantar otra. Como Ciudad Vieja, Peñarol tiene su propio casco histórico. Ahí todavía están las casas, una pegada a la otra, de esos hombres que hicieron la vía del tren.

El historiador Enrique Bianchi, asesor de AFE, conoció a alguien que vivió en aquel Peñarol de inicios de siglo. Cuenta que el hombre, ya fallecido, lloraba añorando el barrio que en sus orígenes supo ser un pueblo con identidad propia. De eso no quedan más que las estructuras.

Bianchi dice que, para imaginar ese lugar, hay que borrar por un instante todas las imágenes que tenemos de Montevideo. Y ahora sí: a fines del siglo XIX, hace 130 años, el asfalto iba de Ciudad Vieja a Cordón. Peñarol no era ni siquiera un núcleo poblado, y los talleres del ferrocarril estaban en Bella Vista, una zona suburbana con apenas algunas construcciones. En 1888, el ferrocarril se instaló en Peñarol.

“La empresa había crecido enormemente, porque había pasado del control criollo al control inglés, y los ingleses que adquirieron la empresa tenían muchos planes y dinero para llevarlos a cabo”,

En el barrio hubo una pelea entre bandas y una ‘lucha’ por los consumidores”.

Santiago González, director de Convivencia y Seguridad.

Acá es tranquilo, pero en un segundo pasa una moto y empieza a tirar”.

Noelia, vecina de Peñarol.

Peñarol tenía un sentido de pertenencia que se degradó como el ferrocarril”.

Enrique Bianchi, historiador.

cuenta el historiador. Previendo ese futuro, la entonces Central Uruguay Railway Company creció estratégicamente; Londres envió un secretario destinado a resolver el emplazamiento de los nuevos talleres, que iban a ser mucho más grandes que los de Bella Vista. “El criterio en la propia Gran Bretaña era que los talleres no estuvieran en la ciudad debido al costo de la tierra. Peñarol ofrecía dos ventajas: era todo campo y en la zona había agua para extraer de pozos, porque el taller necesitaba agua”, relata Bianchi. Además, Peñarol se ubicaba a mitad del camino entre la línea que salía de la Estación Central y la línea que salía de Cordón, cuyo manejo pertenecía al ferrocarril que los ingleses acababan de comprar.

Los talleres de Bella Vista ocupaban dos hectáreas. En Peñarol, la empresa británica compró 40. “A los talleres le dedica

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2022-08-06T07:00:00.0000000Z

2022-08-06T07:00:00.0000000Z

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