Cada bicicleta del proyecto Dvuelta tiene un número y el nombre de quién trabajó en su reparación. Además, también cuenta con un código QR para que el usuario pueda acceder al mapa de la ciudad en la que se encuentra.

“Ese código te lleva al mapa para que sepas dónde podés ir, que lugares turísticos hay para visitar, a qué distancia estas del próximo puesto de bicicletas”, contó Marcos Fripp, uno de los responsables.

“Algo que estamos trabando junto con la Dirección de Turismo es en crear un circuito. Porque si bien, por ejemplo, Nueva Helvecia y Colonia Valdense son ciudades cercanas y con bicisendas, la idea es que estos pueblos se comuniquen a través de la bicicleta”, agregó.

Para utilizar una de estos vehículos, simplemente hay que llenar un formulario que se encuentra en el lugar en el que se retiran. Al firmar esta especie de “contrato” que lo que hace es dejar constancia de que la persona se hace responsable de la unidad, se deja también una foto del documento de identidad.

Marcos explicó que la bicicleta se puede usar por un rato y también pueden llevarla de un día para el otro. Hay muchos vecinos de la zona que las usan, por ejemplo, para ir a trabajar. “Las levantan a primera hora de la mañana y las devuelven en la tardecita”, contó.