El Pais Uruguay

La lana hizo que se mudara de Alemania a Uruguay sin vuelta

Creó De Menas para darle oportunidades a la mujer rural

ANALÍA FILOSI

Por relación familiar, Melanie Steiner y su esposo habían viajado varias veces al Uruguay. Son alemanes y él es responsable de un campo desde 2011. Gracias a eso, Melanie entró en contacto con la lana uruguaya y se puede decir que desde ese momento su vida cambió para siempre.

“Empecé a llevar un poco de lana a Alemania ya que no hay un producto comparable allá”, cuenta en perfecto español desde su establecimiento en la zona rural de Santa Rosa, en el departamento de Canelones.

Como su madre era modista, desde temprano estuvo en contacto con las telas y se enamoró de varias de ellas. Como estudiante de Arquitectura siempre se sintió más atraída por la tela que tiene estructura, que es tridimensional.

“Entonces era obvio que tenía que hacer algo con esta lana increíble y aprendí a tejer en una de las últimas escuelas de tejido en telar en Alemania”, dice. Los constantes viajes a Uruguay hicieron el resto.

“Nos enamoramos del país y la gente y en 2018 nos mudamos. Fue ahí que fundé De Menas ,un taller de artes textiles que no es casualidad que esté en una zona rural porque la idea es llevar conocimiento a esos lugares para crear una oportunidad de trabajo para las mujeres rurales”, destaca. Por el momento son cuatro las mujeres que trabajan con Melanie, algunas en el propio taller y otras como tejedoras desde sus casas. “Nosotros hacemos todo”, cuenta la emprendedora, que se define como “una artesana con una historia de arquitectura” si bien tiene el título de ingeniera agrónoma.

Destaca que apelan a la lana de mejor calidad. “Lo importante es saber de dónde viene y cómo la trataron”, apunta.

De Menas compra las bobinas y los tops y lleva la lana a una hilandería cerca de Montevideo. “Cada hilo está hecho solo para nosotros y nuestros productos. Tenemos desde muy fino hasta muy grueso y rústico”, detalla. Después de hilar realizan el teñido a mano con colores orgánicos. “Son colores únicos y limitados”, apunta. El siguiente paso es usar los telares para confeccionar ropa, accesorios o mismo telas. “Traje tres telares de Europa, dos son antiguos y todos tienen su nombre propio”, cuenta entre risas. “Cada uno tiene sus particularidades a la hora de desarrollar un proyecto”, agrega.

La artesana tiene especial interés en que esta forma de trabajo atraiga cada vez más clientes y que ese crecimiento lleve a mayores oportunidades laborales para las mujeres rurales.

OBJETIVOS. “El futuro es para enseñar a más mujeres”, dice Melanie. Cuando se le pregunta si está en sus planes retornar a Alemania, contesta “por ahora no” con mucha seguridad.

“Estamos muy contentos, no hay idea de volver. Elegimos Uruguay para vivir y para criar a nuestro hijo”, señala refiriéndose a su pequeño hijo de 8 años, el que está muy contento de estar acá. En Alemania, en tanto, quedó su hija mayor.

¿Por qué quedarse? El objetivo de De Menas es convertirse en ejemplo de cómo una empresa puede mejorar las condiciones de vida de la población rural. Para ello es fundamental su filosofía de sustentabilidad, que determina que en todos los pasos del proceso se tenga en cuenta el medio ambiente. “Para mí es muy importante el hecho de que conozco a todas las personas que son parte de nuestro proyecto”, destaca y apunta que en Alemania hay más proyectos de este tipo que son impulsados por el gobierno. “En Uruguay es más difícil y mucho más en las mujeres. Por eso cada paso es en busca de un trabajo amigable con el medio ambiente y con las trabajadoras”, comenta.

Sustentabilidad y transparencia para Melanie deben ir de la mano. “Algunas marcas buscan la sustentabilidad, pero no tienen trasparencia y sin transparencia el cliente no puede saber qué impacto tiene el producto que va a comprar”, acota.

Por ese camino va De Menas, procurando ser ejemplo para las demás. “Es una semilla que creo que va a crecer”, augura con mucha seguridad su creadora.

De niña se enamoró de varias telas, pero fue la lana uruguaya la que la conquistó. Instalada en Santa Rosa, Canelones, trabaja con varias mujeres de la zona.

VIVIR

es-uy

2021-09-25T07:00:00.0000000Z

2021-09-25T07:00:00.0000000Z

https://epaper.elpais.com.uy/article/281891596424148

El Pais Uruguay