El Pais Uruguay

Giro en la investigación sobre barras

Confirman que el menor asesinado tenía vínculo con asesinos de hincha de Nacional

JOAQUÍN SILVA

La investigación a dos puntas que llevan la Fiscalía y el Ministerio del Interior en torno a las muertes de un hincha de Nacional y de otro de Peñarol en los últimos días tomó un nuevo rumbo.

Desde un comienzo, la hipótesis de que ambos casos estaban relacionados era la más probable, por algunos indicios más que sugerentes: el adolescente de 17 años asesinado en La Unión este lunes vestía una camiseta de Peñarol y los que dispararon gritaron “venganza”; y el que murió tras un tiroteo en la tradicional feria de Reyes de la avenida 8 de Octubre el 6 de enero no era solo hincha de Nacional: era también uno de los coautores del homicidio de Hernán Fiorito, hincha aurinegro fallecido en setiembre de 2016 en Santa Lucía, luego de un ataque a tiros de barrabravas de Nacional.

Pero ahora, en las últimas horas, los investigadores corroboraron también que el joven de 17 años estaba “vinculado” con los que dispararon contra el parcial tricolor en la feria Vía Blanca, informaron a El País fuentes policiales, que añadieron que la indagatoria avanza a paso firme, aunque al momento no haya detenidos.

En principio, el joven “no tuvo participación activa” en el conflicto, aunque en la barra de Nacional están convencidos de que estuvo presente en el lugar, indicaron por su parte fuentes del club. En definitiva, lo que tiene en concreto la Policía es un “registro” de que al menos tenía un vínculo de amistad o cercanía con los agresores.

Esto es así, pese a las declaraciones que hizo el ministro Luis Alberto Heber en la conferencia de prensa que dio este martes, en la que destacó que el adolescente no tenía antecedentes penales —lo cual es cierto—. “Era un muchacho normal, común, como pueden ser nuestros hijos, y que de alguna manera tenía una camiseta de Peñarol”, resaltó el ministro del Interior.

Es que, desde el comienzo de la indagatoria, la Policía consideró la posibilidad de que el asesinato tuviera un móvil diferente al de una venganza en el marco de un enfrentamiento entre barrabravas. Si bien aún no se descarta, esa hipótesis cada vez pierde más fuerza.

CALDO DE TENSIÓN. A este contexto se sumó, también en las últimas horas, un audio cargado de amenazas que puso aún más en alerta a todas las autoridades, sobre todo en los días previos al primer clásico del año entre los dos clubes grandes. El audio fue de Erwin Parentini —más conocido como “el Coco”— en prisión por, entre otros delitos, haber sido el autor intelectual del homicidio de Lucas Langhain, el hincha de Nacional que murió de un disparo en diciembre de 2019, un asesinato que él había encargado ya estando preso desde hacía tiempo.

“Un niño, un adolescente que va en una bicicleta a hacer los mandados, que no tiene nada que ver con una barra de fútbol, eso no se hace”, dice Parentini en un audio difundido por Whatsapp, en el que también acusa a los atacantes de Nacional de cometer una “cobardía” y sostiene que lo que ahora se va a venir es un “vendaval”. “No se asombren de nada”, dice al cierre de su mensaje, desde el Penal de Libertad (ver aparte).

En paralelo, algunos integrantes de la barra de Peñarol comenzaron a celebrar la muerte del hincha de Nacional en el tiroteo de la avenida 8 de Octubre. “Un minuto de silencio .... Para el Washi que está muerto”, cantaron hinchas en el partido que jugó Peñarol este martes por la Liga Uruguaya de Básquetbol, horas después de confirmarse el fallecimiento del parcial tricolor, internado en CTI desde que fue herido en el abdomen tras la balacera del 6 de enero.

“Pasó el doctor y dijo: ‘Señor, el gordo Washi se murió”, cantaban también los parciales en el Palacio Peñarol, tal como quedó registrado en videos que circulan por Whatsapp.

EL MENSAJE A LOS CLUBES. Por todo esto es que el ministro Heber anunció que se iba a comunicar con los dirigentes de Peñarol y Nacional para que ellos, a su vez, “hablaran con las barras” con el objetivo de “bajar la pelota”, indicaron allegados al secretario de Estado.

Heber ya lo había dicho en la conferencia: declaró que todos estos antecedentes forman un ambiente “que enrarece” el clima previo a los partidos de verano que se jugarán el 22 y 26 de enero, e incluso pasó un mensaje: “Los partidos de fútbol son una fiesta, no una guerra. Y si es para hacer una guerra, se van a suspender”.

El mensaje del ministro a las cúpulas de las instituciones es fácil de resumir para Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol. “Nos pidió que calmáramos las aguas”, dijo el dirigente en diálogo con El País. “Y lo que hicimos, básicamente, fue escribir en los grupos y aportar toda la calma posible”, sintetizó Ruglio, que agregó que también Peñarol “se puso a la orden para lo que se necesite”.

Heber, además de contactarse con el presidente de Nacional, José Fuentes, también llamó a Alejandro Balbi, vicepresidente de este club, a quien en parte también le pidió su opinión como penalista de larga trayectoria, y este le devolvió una visión pesimista de la situación. “Le dije que la veía complicada, porque estas cosas son complicadas. Los penalistas conocemos el mundo del hampa, y sabemos que esta gente no es bebé de pecho”, dijo Balbi.

En el caso de Nacional, hubo comunicación con los dos integrantes de la seguridad de la barra, para que estos retransmitieran la tranquilidad que pide Heber, pero Balbi no confía en el efecto que eso pueda tener. “Porque decimos esto y ellos pueden decir: ‘Pero nos mataron a uno, ¿qué quieren que hagamos?’”, lamentó.

Ignacio Ruglio habló con barras: “Lo que hicimos fue aportar toda la calma posible”.

NACIONAL

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2022-01-13T08:00:00.0000000Z

2022-01-13T08:00:00.0000000Z

https://epaper.elpais.com.uy/article/281595243891543

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