■■ Según cálculos de la Cámara Argentina de Comercio, el ausentismo llega hasta el 35% en algunas provincias de Argentina, por los contagios de covid19 de los empleados. “La situación es compleja, pero variable”, describe Mario Grinman, presidente de la entidad.

La provincia de Buenos Aires y Santa Fe rondan ese porcentaje, mientras que Córdoba se ubica en 30%, Chaco en 27%, Mendoza y Salta en 25%, Tucumán en 20% y Corrientes 10%.

Para la Federación de Comercio e Industria (Fecoba) llega al 20% en los comercios porteños y, en el sector industrial, la afectación sobre el personal es aún mayor, con un 27% en las fábricas radicadas en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Después de crisis de 2020 por la pandemia, volver a cerrar para algunas empresas es el final. “Es fundirse definitivamente”, sentenció Grinman.

A pesar de los riesgos, los comercios no ven otra alternativa. En los relevamientos, se detecta que muchas empresas no quieren “levantar la perdiz” por temor a que el Gobierno vuelva a decretar confinamiento, entonces prefieren suspender la actividad justificando esa decisión por las “vacaciones”. Algunos intentan rebuscárselas contratando empleados temporales.

Cada distrito debe adherirse a la disposición nacional. Los comercios siguen en alarma. Se agrava porque hay muchos comercios que están realmente con personal de vacaciones.

Muchos están teniendo que cerrar porque no tienen posibilidad de atender. “Los supermercados tienen una mayor capacidad de resiliencia y como tienen una plantilla muy numerosa de personal, todo eso pasa desapercibido”, dijo Grinman.

Entidades apoyarían eventualmente la obligatoriedad de la vacunación. De hecho se discute la posibilidad de implementar un pase sanitario laboral, iniciativa adoptada en otros países y que empleadores observan con benevolencia. Grinman citó el caso de Italia: “si el trabajador no se quiere vacunar, no cobra”, contó Grinman.

Las problemáticas que plantean los empleadores es la negativa de sus trabajadores a vacunarse, o la imposibilidad de que accedan al transporte público y llegar a sus puestos de trabajo, por ejemplo. “El empleador tiene la disyuntiva de pagarle o no pagarle el salario. No se puede depositar la responsabilidad en el empleador porque termina en un juicio laboral”, dijo Grinman. (Con información de La Nación / GDA)