■■ El Banco Central del Uruguay (BCU) prevé, según sus “modelos de corto plazo” que el núcleo inflacionario (que excluye del análisis los rubros cuyos precios son muy volátiles y otros cuyos precios son administrados por el Estado), “mostraría una leve tendencia” a la baja en los próximos meses, “guiada por una desaceleración del lado de los bienes y servicios transables, acompañada por un menor tipo de cambio”.

Así lo afirmó el regulador, según las minutas de la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) del pasado martes, divulgadas ayer.

Según este documento (que aporta mayor análisis que el comunicado que se emite tras la reunión del Copom), “existe incertidumbre” sobre las proyecciones del núcleo inflacionario para los próximos meses, “debido a la evolución del precio de los commodities y posibles impactos alcistas en el marco de la reapertura de la negociación de los acuerdos salariales de la novena ronda, en un contexto más inflacionario”.

El Copom es una instancia entre el directorio y los servicios técnicos del BCU (representado por las principales gerencias). En la reunión del pasado martes, el regulador decidió incrementar la tasa de interés de referencia (el “precio del dinero”) en 75 puntos básicos, al pasar de 8,5% a 9,25%.

Además, indicó que para las próximas reuniones “se

Visualiza “posibles impactos alcistas” por negociación de acuerdos salariales.

prevén al menos dos aumentos adicionales de 50 puntos básicos”, hasta poder “llevar la tasa de interés a niveles consistentes con la convergencia de las proyecciones del BCU a su objetivo de inflación”.

Según se indica en la minuta del Copom, la decisión fue votada a favor por el presidente del BCU, Diego Labat y el vicepresidente, Washington Ribeiro, (ambos representantes del gobierno). En tanto, el director (en representación del Frente Amplio) Ignacio Berti, “votó negativamente por no compartir la propuesta de suba formulada”.

La autoridad monetaria aseguró que se analizó el escenario macroeconómico internacional y nacional, y “evaluó positivamente el funcionamiento de los canales de transmisión de la política monetaria, los que se encuentran operando en el sentido operado”.

En relación a cómo visualiza la situación económica global, desde el BCU indicaron que el crecimiento de la actividad “sufrió una nueva revisión a la baja”, debido a la extensión de la guerra entre Rusia y Ucrania. Asimismo, señaló que “la disrupción en las cadenas productivas” —debido principalmente al confinamiento en China— “está provocando un derrame negativo de la actividad para el resto del mundo”.