El Pais Uruguay

A nadie le importa

Toda ciudad tiene lugares emblemáticos. Son espacios o edificios que hacen a su historia y cargados de simbolismo. Son sitios que figuran en las guías turísticas y que los visitantes extranjeros recorren cuando llegan a la ciudad. Afortunadamente, en las últimas semanas y luego de dos años de fronteras cerradas, Montevideo y el Uruguay todo han empezado a recibir nuevamente extranjeros.

El último fin de semana se podían ver grupos de extranjeros recorriendo la Ciudad Vieja. Había españoles, chilenos, alemanes y franceses. Se los encontraba por la Plaza Zabala, por la calle Pérez Castellanos y la Plaza Matriz. Desconozco la impresión que se habrán llevado; pero sí puedo hablar de lo que yo vi al caminar por la zona histórica de Montevideo.

La Plaza Matriz o Constitución, es la Plaza Mayor de la ciudad. Allí comenzó a escribirse la historia de Montevideo. La Catedral y el Cabildo dan fe de ello. Están allí los dos símbolos de los poderes más importantes ( el religioso y el político) del tiempo de la fundación de Montevideo. Y si alguien quiere corroborarlo, puede visitar la exposición que —en uno de los salones del Cabildo— muestra la toma de posesión de la plaza de “Monte Video” por Bruno Mauricio de Zabala y la nómina de los primeros poblares con sus respectivas edades.

Hace poco más de 150 años se inauguró la fuente de la Plaza Matriz y con ella los montevideanos accedieron por primera vez al agua potable. Tenían muy presente la epidemia de cólera que había azotado la ciudad tres años antes. La fuente fue una obra del italiano Juan Ferrari, y reemplazó a otra de menor porte que se había instalado en el mismo lugar pocos años antes y que hoy se, apagada, en uno de los patios del Cabildo. Ferrari, esculpió en mármol de Carrara la pieza principal y toda su ornamentación, cargada de símbolos masónicos, donde predominan niños montados sobre delfines.

El 18 de julio de 2011, la fuente fue reinaugurada. Totalmente restaurada y ante la presencia de las máximas autoridades de la época, volvió a funcionar. Durante tres años, manos expertas trabajaron para restaurarla y para reemplazar su sistema hídrico y su iluminación. De aquella restauración financiada por OSE y la Intendencia, no queda nada. A la casi totalidad de las esculturas les faltan partes, muchas de las letras que recuerdan fechas históricas fueron arrancadas y en los níveles superiores el musgo y los hongos han vuelto negro al mármol blanco. La fuente está en el centro de una plaza en la que en sus senderos, desde hace décadas, se instalan vendedores de baratijas que bien podrían hacer su negocio en la feria de Tristán Narvaja.

El sábado pasado la Plaza Matriz estaba cubierta por un manto de hojas de los plátanos que abundan en el lugar. Estamos en otoño, es cierto, pero ese día, y tal vez el anterior, no habían barrido. A nadie parece importarle nada.

En otro de los salones del Cabildo, en la planta alta, hay una muestra sobre la Belle Epóque.entonces Montevideo tenía aires parsinos. En la mues (1900-1914) En la muestra, hay un magnífico proyecto del arquitecto francés Carlos Thays, fechado en 1904, para la Plaza Cagancha, y que se concretó en esos años. ¿Qué diría Thays si viera hoy la Plaza Matriz y a su fuente? ¿Qué imagen se habrán llevado los turistas de la Plaza Mayor de Montevideo?

¿Qué diría Thays si viera hoy la Plaza Matriz y a su fuente en el estado que se encuentran?

EDITORIAL

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2022-05-21T07:00:00.0000000Z

2022-05-21T07:00:00.0000000Z

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