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En nuestro querido Uruguay aplicamos medidas de protección en aquellas partes de una vía de tránsito en la que existe un riesgo para los vehículos que circulan por ella, tal como se hace en todas partes del mundo.

No tenemos carreteras bordeando profundos precipicios, pero tenemos el enorme peligro que significa que ella esté acompañada, en ambos lados, de hermosas palmeras.

El peligro siempre estuvo y nos consta que es real, pero ahora se replantea con motivo de la ampliación de un tramo de la Ruta 1, en Colonia.

Propongo mantener las palmeras y colocarles delante las correspondientes guardavías, como si hubiera un profundo desnivel.

En este caso, el trazado actual sería para una de las dos nuevas vías y en uno de los costados se agregaría la otra.

Por lo tanto, se necesitarían tres guardavías a lo largo de ese tramo, con la importantísima doble función de proteger vidas humanas y palmeras.

Aunque esta solución fuera algo más cara que quitar las palmeras, la relación costo-beneficio, siempre tan importante a ser tenida en cuenta, no dudo que en este caso sería muy favorable.