El Pais Uruguay

Gobierno avanza en bonos de ambiente

Publicó marco de referencia para emisiones de bonos indexados a indicadores de cambio climático

PÍA MESA

■■ El gobierno uruguayo dio ayer un nuevo paso para lograr su objetivo de emitir un bono sostenible, al publicar el marco de referencia para las potenciales emisiones de estos bonos soberanos, los cuales estarán indexados a indicadores de cambio climático. La propuesta es que la tasa de interés que pague el gobierno uruguayo por los bonos esté indexada al cumplimiento de los objetivos que el país tiene de reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero de toda la economía. El MEF publicó el marco de referencia a través del cual se establecen metas “respecto a dos indicadores de desempeño”. Estos dos indicadores son la reducción de la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero y la conservación del área de bosques nativos del país. Según afirmó el ministro de Ambiente, Adrián Peña, de un total de 11 indicadores de desempeño, se eligieron esos dos porque fueron los “más atractivos” para los inversores.

El gobierno uruguayo dio ayer un nuevo paso para lograr su objetivo de emitir deuda sostenible, al publicar el marco de referencia para las potenciales emisiones de estos bonos soberanos, los cuales estarán indexados a indicadores de cambio climático.

Según se ha explicado en múltiples ocasiones desde la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la propuesta es que la tasa de interés que pague el gobierno uruguayo por dichos bonos, esté indexada al cumplimiento de los objetivos que el país tiene de reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero de toda la economía, conforme a las metas establecidas en el Acuerdo de París de las Naciones Unidas.

En este contexto, ayer el MEF publicó el marco de referencia, en el cual se describen las “prioridades estratégicas de sostenibilidad de Uruguay”, y a través del cual se establecen metas “respecto a dos indicadores de desempeño (KPI, por su sigla en inglés) vinculados a los objetivos de mitigación del cambio climático y la conservación de la naturaleza”.

Estos dos indicadores son: “la reducción en el total de emisiones brutas de gases de efecto invernadero (en CO2 equivalente) por unidad de PIB real, respecto al año de referencia”; y el “mantenimiento del área de bosque nativo (en hectáreas), respecto al año de referencia (en porcentaje)”.

Según afirmó a El País el ministro de Ambiente, Adrián Peña, de un total de 11 indicadores de desempeño, se eligieron esos dos porque fueron los “más atractivos” para los inversores, según surgió del intercambio que se dio entre el MEF y los interesados en dichos bonos. No obstante, el ministro indicó que “podrán haber otras emisiones” que estén “atadas a otros indicadores” de desempeño sostenible.

A través de un comunicado, el MEF señaló que las metas de desempeño (SPT, por su sigla en inglés), “se basan en los objetivos cuantitativos establecidos por Uruguay para 2025 en su contribución determinada a nivel nacional (CDN)”, un documento que se presenta cada cinco años y que tiene como objetivo atender las disposiciones del Acuerdo de París y promover la adaptación y mitigación en Uruguay ante el cambio climático.

Este marco de referencia para la emisión de Bonos Indexados a Indicadores de Cambio Climático (BIICC) es —según la Unidad de Gestión de Deuda del MEF—, la “piedra angular” para que el país pueda acceder

Es la “piedra angular” para que el país acceda al mercado de finanzas sostenibles.

“al mercado de las finanzas soberanas sostenibles”. Además, señalan que contribuye a que Uruguay pueda cumplir con el objetivo de “ser pionero en un enfoque alternativo para el financiamiento de la deuda vinculada a la sostenibilidad”.

En este sentido, el socio de CPA Ferrere, Alfonso Capurro dijo a El País que “era previsible” que el gobierno avanzara en la publicación de este marco, hecho que “está en línea con lo que están haciendo otros países del mundo”. Para Capurro esta “es una oportunidad” para que Uruguay acceda a financiamiento “barato”.

LAS CLAVES. El documento establece que la estructura de tasas “incorpora un potencial ajuste del cupón del bono”, el cual podrá aumentarse, mantenerse constante o reducirse, en función de si el país no alcanza, alcanza o sobrecumple, respectivamente las metas de desempeño establecidas. En línea con esto, la Unidad de Gestión de Deuda del MEF afirmó que con esta herramienta, el país “busca implementar una estructura de premio y penalidades de tasas simétrico, vinculando el costo de capital” de Uruguay “al logro de sus objetivos climáticos y de conservación de la naturaleza”.

COSTO-BENEFICIO. El abogado especializado en estructuración, desarrollo y financiamiento de proyectos y socio de Ferrere, Sebastián Ramos explicó a El País que si se tiene en cuenta las tasas de interés que Uruguay paga actualmente por los títulos de deuda y el costo de estructuración y seguimiento que tiene este bono, la relación costo versus beneficio “quizás no se vea tan clara” ni sea tan positiva en el corto plazo.

Sin embargo, dijo que en el mediano y largo plazo, este tipo de bonos “posiciona a Uruguay con alternativas para financiarse cuando no haya tan buenas tasas” de interés, o cuando “los mercados se vuelquen más a estos productos, como parecería ser lo que ocurrirá”.

Este bono “que está llevando unos tres años estructurar, Uruguay lo va a tener bien aceitado para cuando llegue ese momento”, agregó el abogado quien además remarcó que este tipo de herramientas implica “beneficios directos para el medio ambiente” lo cual “tiene un valor en sí mismo” por el derrame que genera en la sociedad “y es algo en lo que este gobierno quiere seguir pisando fuerte”.

En este sentido, el ministro de Ambiente afirmó que tras la publicación del marco de referencia, la emisión del bono sostenible “es inminente”, aunque fuentes del sector privado ven “poco probable” que esto ocurra tan rápidamente, si se tienen en cuenta “los tiempos del Estado” y lo nuevo del instrumento.

Según Peña, este avance “es muy importante” para su cartera, porque “se logran juntar” los objetivos macroeconómicos con los ambientales.

“Esto nos ayuda porque implica que va a haber un compromiso financiero que hace que tengamos al MEF de nuestro lado. Significan más ojos viendo las acciones a tomar para cumplir con los objetivos y también nos ayuda porque Economía va a monitorear los gases de efecto invernadero con mayor atención que lo que lo hacía antes. Es un camino virtuoso”, reflexionó Peña.

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2022-09-21T07:00:00.0000000Z

2022-09-21T07:00:00.0000000Z

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