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Referendos, la jugada de Putin

Crece el malestar por represión y obligación de llevar el velo

Convocó a consultas en varias regiones de Ucrania para anexar territorios.

■■ Al menos tres personas murieron en las protestas que en los últimos días sacuden Irán por la muerte de Mahsa Amini, tras ser detenida por llevar mal el velo.

Grupos de derechos humanos del Kurdistán como Hengaw, que tiene su sede en Oslo, denunciaron la muerte de tres personas a manos de las fuerzas de seguridad, que al menos 80 manifestantes resultaron heridos y que cientos fueron detenidos.

Por su parte, el gobernador de Teherán, Mohsen Mansouri, acusó a enemigos extranjeros de las protestas. “Las trazas de la intervención de embajadas extranjeras y de servicios (de inteligencia) extranjeros son claramente visibles”, aseguró.

Amini, de 22 años, falleció en un hospital el viernes a consecuencia del infarto y el coma que sufrió el martes anterior en una comisaría de Teherán, donde estaba detenida por no llevar bien el velo.

Las protestas comenzaron tímidamente tras conocerse la muerte de Amini, y se han repetido hasta ayer martes, cada vez mayores y en más puntos del país, en especial en la provincia del Kurdistán iraní, de donde era originaria la joven.

En la ciudad de Kerman, en el sureste de Irán, una joven se cortó el pelo mientras a su alrededor otros manifestantes gritaban “muerte al dictador”, según videos compartidos en Twitter por periodistas iraníes.

En otros videos, se ve a mujeres tirando sus velos a hogueras callejeras.

Los manifestantes gritaron “Justicia, libertad y no al hiyab obligatorio” y “Mujeres, vida, libertad”.

Según informaciones difundidas por activistas y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos, Amini fue golpeada violentamente en la cabeza y contra un vehículo de la policía.

Por su lado, el jefe de la Policía de Teherán, Hossein Rahimi, calificó la muerte de Amini como “un incidente desafortunado” y negó que la joven fuese golpeada o maltratada bajo custodia policial.

El régimen del ultraconservador presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha aumentado en los últimos meses la presión para que las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta. El velo es obligatorio desde la revolución de 1979 liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní, quien declaró que sin él las mujeres estaban “desnudas”.

La vigilancia de que se cumplen estas normas le corresponde a una unidad especial de policía, conocida como “policía de la moral”, que tiene el poder de arrestar a las mujeres que no respeten el código vestimentario, aunque normalmente son puestas en libertad con una advertencia.

En una toma de posición inusual, un parlamentario iraní, criticó a esta unidad especial. “La Gasht e Ershad no obtiene ningún resultado, excepto causar daños al país”, dijo el diputado Jalal Rashidi Koochi. “¿Las personas que son conducidas por esta unidad a estas ‘sesiones de explicación’ recuperan la conciencia y se arrepienten cuando salen?”, preguntó.

El propio presidente del Parlamento Mohammad Bagher Ghalibaf afirmó a la agencia oficial Irna que “para evitar la repetición de tales casos”, como el de la joven fallecida, “los métodos utilizados por estas patrullas deberían ser revisados”.

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2022-09-21T07:00:00.0000000Z

2022-09-21T07:00:00.0000000Z

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