El Pais Uruguay

No hallan lesiones íntimas en víctimas de los policías

Formalizados están en Punta de Rieles y dicen que su vida corre peligro

EDUARDO BARRENECHE

Las pericias forenses, realizadas a las dos jóvenes que denunciaron haber sido abusadas por tres policías de la Guardia Republicana en la madrugada del 23 de febrero en el barrio Nuevo París, no constataron lesiones genitales en las víctimas.

El 24 de agosto de este año, el juez Alejandro Asteggiante Blanco formalizó, a pedido de la fiscal de Delitos Sexuales, Mariana Alfaro, a dos policías por dos delitos de abuso sexual especialmente agravado en régimen de reiteración real entre sí y a un tercero por un delito de abuso sexual especialmente agravado.

En el expediente del caso, al que accedió El País, se encuentran las pericias forenses, las declaraciones de los policías en la Zona IV (Cerro, La Teja y barrios aledaños), un fallo del Tribunal de Apelaciones sobre la extensión de las prisiones preventivas y actas levantadas a los imputados en la cárcel, donde alegaron correr riesgo de vida.

El mismo 23 de febrero pasado, una de las chicas relató al perito forense que había salido a caminar junto con su amiga Lucía Acuña, quien recientemente se suicidó, y agregó que, durante el trayecto, se perdieron. “Caminamos mucho. Llegamos a una calle desolada. Había caras extrañas. Pasó el movil policial, siguió, dio la vuelta en la esquina y nos ofreció llevarnos a casa. Nos subimos”, relató la chica al forense.

Pero el patrullero se dirigió hacia una dirección contraria a los domicilios de las jóvenes. El móvil se detuvo luego a media cuadra de un almacén. Allí uno de los policías descendió y compró dos cervezas.

“Ellos empiezan a tomar dentro del móvil. Los tres nos obligan a tomar. Yo la veía venir. Había mucha confianza de parte de ellos (los policías), ya desde antes de comenzar a tomar (cerveza)”, explicó la chica.

El chofer detuvo el vehículo policial a la salida del barrio Lezica. “A Lucía la bajaron dos policías y el tercero quedó dentro del auto conmigo. Me tiró el pelo y me bajó la ropa”, contó la chica al perito.

Después de mantener relaciones sexuales con ambas, los policías las dejaron a tres cuadras de la casa de una de ellas, según relató la joven. El patrullero no se fue enseguida del lugar. Quedó rondando durante un rato.

Minutos más tarde, la joven y Lucía se fueron juntas a una estación de servicio y el pistero se ocupó de llamar al servicio 911.

En la pericia de la chica que se quedó en el patrullero, el forense constató tres equimosis (hematomas) en el glúteo izquierdo. Con respecto al examen genital, el forense señaló: “Sin lesiones recientes”. Y escribió que constató dolor a nivel genital a la víctima.

El relato de Lucía Acuña al médico forense coincidió con el de su amiga. “En un descampado se bajaron los tres policías del auto. Mi amiga queda en el móvil. Dos de los policías bebieron de dos botellas de cerveza. Nosotros también lo hicición, mos del pico. Ellos comenzaron a molestarnos”, dijo Lucía al perito. Y agregó: “Me bajaron la ropa, yo me la subí. Y de nuevo me la bajaron y yo me la subía. Forcejeamos. Me quedé quieta. Les dije que pararan. Ellos se sacaron la ropa”, dijo. Luego relató que un policía y luego el otro la penetraron.

El médico forense informó, también, que “no se constataron lesiones genitales ni extragenitales” de la muchacha,

“HUBO ACUERDO”. Luego de la llamada al pistero de la estalos policías fueron detenidos. A las 14:40 horas del mismo día del encuentro con las jóvenes, uno de los agentes declaró en el Departamento de Delitos contra la Persona de la Zona IV que una de las víctimas le dejó entrever que quería dinero a cambio de lo ocurrido. “La femenina me dice si yo había escuchado la música del ‘Cuarteto de Nos’ que se llama ‘Nada es gratis’. (...). Quiero dejar en claro que nunca hubo agresión, amenazas ni nada por el estilo, mantuvimos relaciones pero de común acuerdo”, declaró.

Otro agente testificó en la misma línea: “Quiero dejar constancia que en determinado momento (ya se estaban despidiendo) una de las femeninas me pidió mi número y vi que hizo y tuvo la intención de agendarlo”.

El 22 de junio de este año, uno de los policías denunció en la Oficina de la Jefatura de Servicio de la cárcel de Punta de Rieles haber sido “agredido física y verbalmente” por un recluso. Y agregó que tuvo “un altercado” con un segundo interno.

El mismo día, otro de los policías formalizados señaló que sufrió amenazas de presos de Punta de Rieles. Agregó que en el módulo se encuentran personas que “nosotros hemos traído a dicho establecimiento en actos de servicio. Tienen antecedentes por rapiñas y homicidios; no nos sentimos seguros”. Ambos pidieron ser trasladados a una chacra policial.

Una de las jóvenes relató al perito que forcejeó con policía para evitar agresión.

NACIONAL

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2022-12-07T08:00:00.0000000Z

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