El Pais Uruguay

Primera sentencia en caso de los pasaportes

Fue cliente de la organización; se vinculó al gestor Alexey S.

■■ La Justicia condenó ayer al ruso Román Karpov a 19 meses de libertad a prueba por un delito de uso de documento o de un certificado falso en el marco de la causa de los pasaportes, que luego derivó en el caso Astesiano. Según pudo saber El País, este ciudadano ruso no formó parte de la organización delictiva, sino que fue cliente y el vínculo era el gestor ruso Alexey S. Karpov no tenía antecedentes y admitió los hechos.

La Justicia condenó ayer al ruso Román Karpov a 19 meses de libertad a prueba por un delito de uso de documento o de un certificado falso en el marco del caso de los pasaportes, que luego derivó en el caso Astesiano. Según pudo saber El País, este ciudadano ruso no formó parte de la organización delictiva, sino que fue cliente y su vínculo era el gestor ruso Alexey S.

Según figura en la acusación fiscal, Karpov era propietario de una empresa constructora en Moscú. Una persona le debía 40.000 euros por un negocio de la constructora. “Dado que esta persona no le podía devolver el dinero adeudado, le ofreció como forma de pago entregarle un pasaporte uruguayo, explicándole los beneficios de tener este pasaporte dado que facilitaría la obtención de visas para ingresar a países europeos y a Estados Unidos”, dice el texto.

“Para ello lo contactó a quien identificó como D.N., quien sería según los dichos (de Karpov), ‘un jurista’, que residía en San Petersburgo, donde esta persona le exhibió una computadora con cientos de personas que habrían obtenido el pasaporte uruguayo sin inconvenientes, dado que los trámites los realizaba con su contacto de la embajada uruguaya en Rusia, que los mismos tendrían un valor que oscilaba entre los 80.000 y 100.000” euros, pero Karpov “insistió en que él no abonó esa suma, sino que se arreglaban entre el deudor y D. N.”, dice el documento.

Los meses pasaron y el ahora condenado no obtenía respuesta, hasta que a finales de 2019 D.N. le dijo que habían trasladado a su contacto del consulado uruguayo en Moscú y que ahora tenía que ir a Uruguay en persona para terminar el trámite.

“D.N. le entregó la documentación con la alteración ya realizada, y con ello en setiembre de 2022 (Karpov) arribó a Uruguay. El día 21 de setiembre del 2022, sobre el mediodía, el indagado (ahora condenado) compareció junto con S.G., a quien le abonó la suma de U$S 100 a efectos que oficiara de traductora ya que el indagado no hablaba español, en la oficina de la Dirección Nacional de Identificación Civi”. Allí “presentó documentación a efectos de tramitar la cédula de identidad”. Entonces, el subcomisario y subdirector del Departamento de cédulas de identidad y pasaportes de Montevideo analizó el caso e intentó contactarse con el que figuraba era el abuelo de Karpov. Pero el hombre, en realidad, había muerto en marzo de 1991, y sus hijos dijeron que no sabían de hermanos o familiares rusos.

Se realizó un análisis de la documentación de Karpov, donde se descubrió que se reimprimió el nombre del falso abuelo en la partida de nacimiento de la madre del ahora condenado. Según el documento, había diferencia en la tinta y no cumplía con el formato preimpreso en el que vienen las partidas rusas.

De una pericia realizada surgió que el soporte de las partidas de nacimiento era auténtico y presentaba adulteraciones en las impresiones de completado de datos. El documento también señala que Karpov no tenía antecedentes y que admitió los hechos.

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2022-12-07T08:00:00.0000000Z

2022-12-07T08:00:00.0000000Z

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