El Pais Uruguay

Sin repuesto

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El denominado “Caso Astesiano” lleva ya varias semanas monopolizando la agenda política y periodística. Mientras la Justicia investiga, los diferentes actores políticos mueven sus fichas.

El Frente Amplio va a fondo. En la coalición de gobierno se perciben matices y llaman la atención algunos silencios. Y el presidente de la República pareciera estar sintiendo, por primera vez desde que asumió el cargo en marzo de 2020, los golpes de una oposición que después de muchos intentos fallidos cree haber encontrado dónde pegar para que duela.

La oposición está jugando fuerte. Habla de “escándalo sin precedentes” y “corrupción”, denuncia la existencia de “coimas”, afirma que dos de sus legisladores fueron víctimas de “espionaje” para evitar que exigieran responsabilidades penales a funcionarios del gobierno por el acuerdo con Katoen Natie y asegura que en el cuarto piso de la Torre Ejecutiva operaba “una asociación para delinquir” a la vista y paciencia del presidente Luis Lacalle Pou y su entorno.

Hay quienes ya empiezan a reclamar, con insistencia, que se llame a responsabilidad al presidente de la República. Y no faltan los trasnochados siempre deseosos de un poquito de notoriedad, como el incombustible Esteban Valenti, que ha llegado a exigir en sus redes sociales y hasta en algún programa (que todavía le da micrófono) la dimisión del primer mandatario.

Del otro lado está el gobierno, al que desde el inicio del affaire no se lo percibe cómodo. Es lógico y comprensible que así sea. Que un funcionario de confianza del presidente se vea, de la noche a la mañana, envuelto en un caso de estas características no es común. Y tampoco fácil de sobrellevar.

Hay que valorar que el presidente, desde el primer día, haya dado la cara y respondido a todas las consultas periodísticas sobre el caso. Y que Presidencia de la República haya sido, como destacara la propia fiscal del caso, quien más ha colaborado con la investigación judicial en curso. Pero las encuestas muestran que el asunto le está pasando factura al gobierno y que la imagen del presidente, que había logrado sortear todo tipo de tormentas, no está saliendo indemne.

¿Y la Justicia? La fiscal está trabajando a conciencia. Pero su trabajo se ve a diario alterado por filtraciones de chats a los que, vaya uno a saber cómo, algunos accedieron y que son utilizados estratégicamente para mantener el asunto vivo. ¿Cómo se entiende que la Fiscalía General de la Nación emita un comunicado donde asegura que garantiza plenamente la confidencialidad de todas las actuaciones y la privacidad de los involucrados, cuando es evidente que alguien, o algunos, ya tienen todo y marcan el paso del debate a gusto y placer?

Bombardeada por declaraciones, filtraciones y denuncias, la ciudadanía quiere saber qué de lo que le dicen es verdad y qué no. Y para eso es clave que la Justicia llegue hasta el hueso, que el asunto se maneje con la más absoluta transparencia y que todos los actores involucrados recuerden que, por encima de sus apetencias, ansiedades y estrategias, hay una institucionalidad que debemos cuidar entre todos. Y que no hay que jugar con cosas que no tienen repuesto.

NACIONAL

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2022-12-07T08:00:00.0000000Z

2022-12-07T08:00:00.0000000Z

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