El cáncer de próstata es el cáncer de mayor prevalencia en Uruguay y también en varios países del mundo. Se puede prevenir y es sumamente importante controlarse a partir de los 40 años para recibir un diagnóstico temprano, ya que es una enfermedad que se puede curar.

El doctor Wilson Golomar, jefe de oncología médica del Instituto Nacional del Cáncer (INCA), habló en una nueva entrega de Calidad de Vida en El País sobre el tema. Lo primero que destacó es que el 60% de los casos de cánceres en Uruguay son de próstata, seguidos por otros como, por ejemplo, el de pulmón o el colorrectal.

El profesional señaló la importancia que tiene un diagnóstico a tiempo y dijo que a partir de los 40 años todos los hombres deben hacerse un control preventivo. Detalló que se puede comenzar con un simple examen de sangre y, en caso de que aparezcan signos de alerta, eventualmente se indican otros estudios.

En relación a los tratamientos que existen para curar o sobrellevar esta enfermedad, Golomar explicó que si se trata de un cáncer de próstata localizado, se cuenta con distintos métodos para curarlo.

En cambio, agregó, cuando se trata de un cáncer de próstata que no fue detectado en etapas precoces y que evolucionó en una metástasis hacia otros órganos, se puede tratar para que el paciente sobrelleve la enfermedad lo mejor posible, con diversas drogas relativamente nuevas que mejoran la calidad de vida y extienden la expectativa de la misma.

En el caso de los pacientes que se puedan someter a tratamientos, el doctor explicó que pueden hacerlo mediante la cirugía o la radioterapia radical. “En los estadios precoces, esos dos métodos son equivalentes en cuanto al porcentaje de curabilidad. Lo que varían son los efectos colaterales que pueden tener cada uno de esos procedimientos”, dijo.

CUATRO P. La oncología actualmente “es la oncología de las cuatro P: predictiva, preventiva, participativa y personalizada”, sostuvo Golomar.

Y añadió que en las decisiones acerca del tratamiento participa el paciente, el que debe estar bien informado sobre la situación, “pero también es una atención personalizada porque hay pacientes que por sus comorbilidades, por ejemplo, no pueden ser sometidos a una cirugía y entonces hay que optar por un tratamiento de radioterapia”. Y detalló que “también va simplemente en la elección individual del paciente que puede no querer someterse a una cirugía y prefiere un tratamiento de radioterapia radical”.

Ahora bien, el profesional señaló que estos métodos locales siempre conviene acompañarlos de un tratamiento sistémico porque el cáncer de próstata es un cáncer que inicialmente es hormonodependiente, “por lo cual un tratamiento sistémico hormonal se impone para prevenir las micrometástasis a distancia”.

CONTROLES. El profesional lamentó que la mayoría de los uruguayos mayores de 40 años no se controlan como deberían hacerlo. Y sostuvo que en esto influye tanto la decisión del paciente como la del médico, que muchas veces es uno de asistencia primaria que no tiene incorporado el examen de rutina que permite analizar el riesgo de cáncer de próstata. “Más allá de pedir un perfil lipídico, una glicemia, un hemograma, un funcional hepático, debería incorporar dentro de las rutinas de control habituales este estudio como método de detección, que después verá un urólogo y si se detecta algo se hacen más estudios”, comentó.

Golomar explicó que los dos factores de riesgo más importantes no se pueden controlar: el hecho de ser hombre y la edad. “Luego, hay factores hereditarios, infecciosos y trastornos genéticos que pueden aumentar la tendencia a desarrollar este cáncer”, dijo.

En materia de prevención, agregó, se habla de una primaria que es sobre los factores de riesgo más importantes que, en este caso, no hay mucho por hacer. Pero sí se puede hacer una prevención secundaria, “que es el diagnóstico precoz, tanto por un examen de sangre, con el tacto rectal o una ecografía transrectal”, concluyó.

El 60% de los casos de cánceres en Uruguay son de próstata, seguidos por otros como el de pulmón o el colorrectal”.

A partir de los 40 años todos los hombres deben hacerse un control preventivo”, pero la mayoría no lo hace.