El exsenador colorado Pedro Bordaberry volvió a cargar las tintas contra el canciller Francisco Bustillo por su rol durante el denominado caso Marset. Pero esta vez, en una nueva columna de opinión publicada en El País ayer, el excandidato a la presidencia apuntó también contra la dirección del sector colorado Ciudadanos.

La renuncia de la exvicecanciller Carolina Ache, que dimitió el 19 de diciembre, poco antes de que Ciudadanos le pidiera el cargo luego de que trascendieran chats entre ella y el número dos de Interior, Guillermo Maciel. En los chats, que se enviaron en noviembre de 2021, Maciel alertaba a Ache sobre la peligrosidad del narcotraficante Sebastián Marset, quien recibió un pasaporte cuando estaba preso y hoy permanece prófugo.

Luego de que El País informara que tres jerarcas de Cancillería sabían que Marset era un “narco” en setiembre de 2021, según una investigación administrativa que realizó Cancillería, Bordaberry arremetió y en una primera columna de opinión publicada semanas atrás dijo que a Ache “le hicieron una cama”.

En una nueva columna titulada “Los nuevos narcisos”, publicada en la edición de ayer, Bordaberry aseguró que “el asunto es llamativo en el caso de los compañeros de partido” de Ache. “Se llenaron la boca diciendo que habían elevado la vara ética de la política y por ese motivo no estaban de acuerdo con ella”, afirmó y agregó: “Levantaron tanto esa vara que el canciller pasó por debajo y no dicen nada. Calladitos miran para otro lado. Duros con la de abajo, tibios con el de arriba”.

En su columna de opinión Bordaberry aseguró que los dirigentes colorados “se reúnen a elaborar estrategias que les permitan renovar sus cargos cada cinco años”. “Como si fuera una partida de mesa hacen cálculos, hablan de candidaturas para las elecciones y condenan a los que no están seguros estarán de su lado. Terminarán como el propio Narciso que se miraba tanto en el espejo de agua que finalmente cayó dentro de él”, afirmó el exsenador.

Esto no cayó bien en filas de Ciudadanos que rechazaron las acusaciones del exsenador. Dirigentes de primera línea valoraron en diálogo con El País que “su razonamiento es complejo” porque “reconoce que Ache se equivocó”.

Por eso, consideran que si cuando era vicecanciller incurrió en una falta “ética”, al no informar sobre sus contactos con Maciel, “la actitud” que adoptó la dirección del sector colorado “no fue incorrecta”.

Y en ese sentido, los dirigentes consultados remarcaron que en el canciller Bustillo no forma parte de filas coloradas como para evaluar sus actos. “Si otros de otras colectividades actuaron mal desde el punto de vista ético no somos nosotros lo que le vamos a poner las sanciones”, aseguró uno de los consultados.

Otras de las fuentes coloradas que fueron interrogadas indicaron que las críticas hechas por Bordaberry no apuntan únicamente a la interna del Partido Colorado sino que son un mensaje para Torre Ejecutiva.

Si bien no brindaron más detalles de qué tipo de discrepancias existen entre el exsenador colorado y los miembros del gobierno. Y en este sentido, resaltan que en su columna Bordaberry señaló directamente a Bustillo mientras que destacó la labor de otros ministros como Pablo Mieres (Trabajo), Fernando Mattos (Ganadería), Omar Paganini (Industria), Javier García (Defensa) y Daniel Salinas (Salud Pública), de quien dijo que “no debería irse”.

EL CARGO. El excandidato a la Presidencia de la República también criticó como, según dijo, “se abalanzaron sobre el cargo” para buscar un sustituto tras la renuncia de Ache.

“La sustituyeron en tiempo récord. Con el cuerpo aún caliente se abalanzaron sobre el cargo. No sea cosa que alguien les ganara de mano. A los 15 minutos anunciaron su sustituto”, escribió Bordaberry. Y agregó: “Nada tengo contra este que es un excelente profesional. Lo que sí la velocidad revela que la decisión ya había sido tomada y estaban dispuestos aún antes de que renunciara (o no) la titular”.

Por último, el ahora devenido asesor deportivo aseguró que defiende la labor de Ache como una “causa perdida” porque, según escribió, “las causas que merece la pena defender son las perdidas porque las otras ya hay quienes las apoyen”.

“No entienden que alguien pueda cumplir con aquella frase de Borges. La que dice que ‘los caballeros solo pelean por causas perdidas’”, dijo.

“Se llenaron la boca diciendo que habían elevado la vara ética de la política”, dijo.