El Pais Uruguay

LA RUTA VOLCÁNICA EN URUGUAY

Geólogos estudian nueve cerros entre Salto y Tacuarembó.

MARÍA DE LOS ÁNGELES ORFILA

Tres cerros de Salto escondían un secreto geológico: el vulcanismo más reciente” fue el título de una nota publicada por El País el 26 de octubre de 2021. Desde ese entonces el secreto se hizo más grande: nueve cerros cercanos a la localidad de Pepe Núñez, entre los departamento de Salto y Tacuarembó, son más que lomas de roca y pasto, son conductos de magma.

Lucía Olivera, investigadora del Instituto de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias, ya había identificado tres —Cerro Bonito, Cerro de la Virgen y Cerro Picazo— y sumó otros seis —Cerro Cololó, K10-1, K10-2, K10-3, Cerro del Paso y Cerro de los Muchachos—. “Ya es un hecho que hubo un evento de magmatismo alcalino en la zona que no se había registrado antes”, dijo.

La zona de Pepe Núñez ya fue objeto de trabajos geológicos. Hace unos 10 años, aproximadamente, se encontraron fracciones incipientes de hidrocarburos livianos. No necesariamente este fenómeno tiene que estar asociado a los conductos de magma.

La nueva investigación de Olivera no solo amplió la zona sino también la edad del evento: el cerro “más viejo” se formó hace 79,2 millones de años (Cerro del Paso) y el más joven hace 51,5 millones de años (Cerro Bonito).

“Hablamos de un evento que comenzó en el Cretácico tardío – cuando se formaron los cuerpos Cerro del Paso, K10-2 y Cerro Cololó; seguidos del K10-1 y K10-3– y culminó en el Paleógeno —Cerro de la Virgen y Cerro Bonito—”, explicó a El País.

Es decir, tiempo suficiente para que, mientras los continentes quedaban asentados en una configuración mucho más parecida a la actual, el magma intentó repetidas veces llegar a la superficie pero quedó atrapado en los niveles someros de la corteza terrestre, enfriándose a paso lento.

Así formaron las rocas ultrabásicas y básicas alcalinas —los cerros—, que se presentan en estructuras columnares que se formaron durante el enfriamiento del magma atrapado y con geometrías pentagonales a hexagonales, que hoy se sabe que son únicas en un terreno que terminó solo con suaves ondulaciones (penillanura basáltica, geológicamente hablando).

COMPOSICIÓN. Vistos de lejos, estos nueve cerros se destacan por una altura similar y una forma circular a elipsoidal (en otras palabras, algo parecido a una esfera imperfecta). El más bajo es el Cerro del Paso con 222 metros sobre el nivel del mar; el más alto fue el identificado como K10-3 (sin nombre formal) con 320 metros. En imágenes satelitales se destacan por sus afloramientos de coloración blancuzca.

Debajo de la tierra, estos conductos pueden ser ilustrados como un tubo vertical que lleva el material ígneo a la superficie. Son el resultado de perturbaciones provocadas por movimientos de la corteza en fracturas preexistentes (la actividad más fuerte ocurrió hace 130 millones de años) y elevaron la temperatura a nivel del manto.

Respecto a su composición, también son similares. En el laboratorio se cortan y arman láminas delgadas de roca para que puedan ser atravesadas por la luz del microscopio petrográfico. Así se analizan los minerales, se le da nombre a la roca y se practican análisis químicos.

Se encontraron megacristales (entre 1 y 3 centímetros), macrocristales (de 1 a 3 milímetros), microcristales (más pequeños que un milímetro) y vidrio, lo que sugiere diferentes etapas de enfriamiento dentro de la misma roca.

Las rocas alcalinas suelen estar enriquecidas con tierras raras que conforman un grupo de elementos que se utilizan para fabricar productos electrónicos (por ejemplo, el iterbio y el terbio tienen una alta conductividad eléctrica, mientras el neodimio es utilizado en discos duros y vehículos eléctricos). En particular, la tefrita —de color gris oscuro— es la que presenta el mayor enriquecimiento, sobre todo, en los cerros Bonito, de la Virgen, Picazo, K10-3 y de los Muchachos. Hasta ahora, el más enriquecido en tierras raras es el K10-3.

Una curiosidad es que saltó a la prensa como “el extraño material encontrado en el magma de La Palma” (erupción de 2021). También tienen minerales esenciales como augita (incoloro a pardo) y olivino (incoloro a rojizo-verdoso o amarillento), cuarzo, sílice, magnesio y más.

Las tefritas caracterizadas en este trabajo de Olivera son similares a las litologías alcalinas pertenecientes a las provincias de Misiones y Asunción del Paraguay y a Sierra Chica, en Córdoba, Argentina, lo que sugiere una posible fuente en común o afectada por

Estos cerros están ubicados cerca de la localidad de Pepe Núñez.

“El evento comenzó en el Cretácico tardío y culminó en el Paleógeno”.

procesos parecidos. Pero, por otro lado, son muy diferentes a las rocas alcalinas del sur de Brasil, aunque están geográficamente más cerca y se formaron en el mismo periodo geológico.

LO QUE SIGUE. “Esta fue la primera caracterización de estos cuerpos”, dijo Olivera, quien arrancó con tres y ya llegó a nueve. ¿Puede haber más? No se sabe con certeza por lo que hay que salir a buscarlos. Olivera y su tutora Rossana Muzio tienen previsto avanzar este año en el estudio de la fuente magmática (su origen y su profundidad, la que se estima en 80 kilómetros mínimo), posibles asociaciones con otras estructuras de la zona, más análisis a las rocas (conocer detalles de la presión y a la temperatura a la que estuvieron sometidas) y más pruebas de dataciones. Para hacerlo, requiere de nuevo financiamiento. Hasta ahora contó con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), el Fondo Clemente Estable y Pedeciba Geociencias.

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2023-01-23T08:00:00.0000000Z

2023-01-23T08:00:00.0000000Z

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