El Pais Uruguay

De vuelta a Tribunales

ENFOQUES ✒ LEONARDO GUZMÁN

El martes terminó la Feria Judicial Mayor. 38 días, legales pero excesivos. Desde anteayer los Juzgados volvieron a su rutina. La fecha podría señalarse con una reafirmación de esperanzas de concordia por el traspaso de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia, del Dr. John Pérez Brignani a la Dra. Doris Morales, a lo sumo con nuevos reclamos de más fondos para ampliar los servicios que demanda la expansión de patologías que ostentan una deplorable malla oro, como las de violencia doméstica.

Pero el “Ábrense los tribunales” de este 2023 se produce en circunstancias que obligan a echar una mirada por encima de los casos particulares de cada uno. Sea parte interesada, sea curial, funcionario o magistrado o sea simple ciudadano feliz de no tener pleitos ni pendencias, nadie debería pasar por alto que nuestro Derecho vive una etapa crítica, por no decir decadente.

En foros internacionales es habitual recoger reconocimientos a la vigencia del Estado de Derecho en la Banda Oriental. En estudios económicos se alaba a nuestra democracia como un activo intangible, valioso y atrayente. En comparativos, se menciona al Uruguay como el país menos corrupto del continente y se lo ubica en los mejores tramos del ranking mundial.

Todo eso tiene sustento en nuestras normas de Derecho y en el relacionamiento de los Poderes entre sí. Pero no debe engolosinar ni a los que peinamos canas ni a los que recién empiezan. ¿O acaso puede la historia olvidar hasta qué punto el Uruguay era elogiado por su democracia bajo el colegiado hasta marzo de 1967, para caer solo seis años después en la más cruel de las dictaduras?

¿O acaso no tenemos presente que el pacto de Boiso Lanza —donde la conducción militar de la época apalabró con Bordaberry las bases del golpe: el jueves se van a cumplir 50 años— fue precedido por el descrédito de las instituciones, sembrado a manos llenas por la conspiración tupamara y su coro ideológico y por los dictatoriales que iban a prestar nombre y servicios a la tiranía que se nos vino encima?

Este regreso al trabajo pleno de la Justicia se da en un Uruguay sometido al goteo diario de revelaciones sobre pruebas de carpeta secreta, donde aparecen actos de seguimiento o espionaje a legisladores y hasta a un dirigente sindical, en términos indignos de un sistema de garantías. Dolorosamente, esa prueba se filtra, se amplifica y se la juzga en la calle, mientras la Fiscalía competente sigue sumando meses sin pronunciarse y los Jueces siguen atados de pies y manos por un Código de Procedimiento Penal contra natura. Con lo cual

Estamos viviendo un régimen de surtido diario de iniquidades sin autoría ni responsabilidad precisa.

estamos viviendo un régimen de surtido diario de iniquidades sin autoría ni responsabilidad precisa, que se almacena en un limbo desprestigiante.

Llevamos años de achicamiento de la persona, revenida ante la proliferación de tecnologías que la dejan indefensa, privada de diálogo con la Administración porque solo se le permite clamar “on line”, sujeta a nimiedades de trámite que le impiden ejercer sus derechos sustanciales, ahogada por el flechamiento de las canchas en cuestiones de género o de acoso sexual o laboral.

Debemos preocuparnos, pues, no solo por las causas que defendemos o nos atañen, sino por la caída del Derecho todo, desde las bases mismas de la convivencia, signada por el desamor, el no te metás y la resignación.

No pidamos a las oficinas ni a las sentencias que nos resuelvan los desbarajustes que generan décadas de ineducación. Antes, esforcémonos por recuperar las bases humanas del sentimiento jurídico.

EDITORIAL

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2023-02-03T08:00:00.0000000Z

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