El Pais Uruguay

CARNAVAL Cuatro que rompen los esquemas

Tres murgas y una comparsa ofrecen propuestas que hay que ver más allá del concurso

GUZMÁN RAMOS

El carácter cíclico del Carnaval, expresado en su resurrección y muerte anual, se apoya en el reconocimiento y reproducción de códigos y fórmulas que vienen desde el fondo de los tiempos.

La tradición, concepto central de una fiesta popular masiva en cuyos trazos centrales se reconoce parte de nuestra identidad, determina un conjunto de instituidos en los modos de construcción de los espectáculos, de los que muchas veces es difícil escapar. Pero también están los creadores que desafían esa inercia y proponen temas y lenguajes disruptivos, que se abren paso cada año como una verdadera bocanada de aire fresco.

En este 2023 la oferta de lo nuevo está concentrada en murgas y comparsas, con algunas ideas decididas a salirse del renglón, incluso, a sabiendas de que confrontar esas mitologías de permanencia puede no ser la mejor estrategia en el concurso.

Entre las propuestas más vanguardistas figura la revelación del 2022, Mi Vieja Mula, que aterrizó en el Collazo con su propuesta El

Payaso Vinagre. Despliega una agria y crítica mirada sobre las mentalidades conservadoras del pasado, en especial de aquellas poco dispuestas a intentar comprender las nuevas sensibilidades que movilizan a los jóvenes.

Su momento más sobresaliente es un cuplé sobre una pareja de mujeres que decide maternar. El relato se enfoca en el momento en que una de ellas decide contarlo a su padre, ya adulto, que rechaza cualquier fórmula o vínculo no hegemónico.

La propuesta tiene un trasfondo oscuro y dramático, aunque el exagerado y muy bien logrado contrapunto entre las formas antagónicas de pensar de cada generación aporta un goteo de humor tenue y constante, acaso el mejor indicador de que la propuesta tocó una fibra íntima en la cabeza del espectador.

Además de su carácter removedor, tiene una de las propuestas visuales más logradas, jugada sobre las tonalidades de grises del vestuario, con las que se significa la mentalidad de un tiempo lejano, pero aún vigente e influyente en ciertos ámbitos.

Y sin que su mensaje final se transforme en prédica, las nuevas generaciones también se llevan de este texto una sutil advertencia: la que dice que no hay verdades únicas e imperecederas, de modo que las certezas de hoy también pueden desteñir y convertirse en el vinagre del mañana.

Es una propuesta para ver despojado de cualquier esquema murguero rígido de antaño. Sorprenderá e incomodará incluso a los que gustan de la murga moderna.

REGRESO. En la lista de las novedades inesperadas también está Cayó la Cabra con su repertorio Si quiero o si puedo, cuestionador y con gran capacidad para introducir temáticas no convencionales, en un Carnaval que tiene una importante amplitud de argumentos en comparación con lo reiterativo del último año.

Tras dos carnavales especialmente flojos, el grupo contraatacó con un desarrollo ágil, rápido y lleno de humor, al que solo le falta subir más escalones en materia coral para aspirar a mezclarse entre las preferidas de la categoría.

La historia gira sobre la temática de los mandatos, la responsabilidad de traer hijos al mundo, un imperdible cuplé sobre las drogas que alterna humor y reflexión y un muy elogiable cuplé final sobre la vergüenza.

La fuerza del libreto radica en la claridad para proponer un ideal de individuo libre, despojado de dogmas que impiden las transformaciones y, por consiguiente, la felicidad.

Se trata de una muy buena propuesta, rica en conceptos humanistas, que agradará a los espectadores que busquen un riesgo controlado. Para los que están en la otra vereda, el formato más convencional que la anterior dejará a los tradicionalistas libres del infarto.

ESTRENO. Pero entre las sorpresas hay una que no pasa desapercibida, al punto que en los pasillos ya se habla de que puede ser la revelación del año.

Se trata de la murga Gente Grande, debutante en febrero, pero con una larga tradición en el Encuentro de Murga Joven, del que fue gran animadora bajo el título La Catinguda.

Sobresale por su enorme originalidad, variedad de recursos y calidad para su planteamiento humorístico, alternante con otros momentos más serios pero contundentes en comunicación.

Todo su medio es altamente recomendable: el cuplé de los influencers de antes, el de las canciones al borde del delito, el del modo incógnito (una de las mejores piezas de sátira política del año), el de la masturbación, que buscar derribar todos los mitos posibles sobre el tema, o el del niño y el termo, con cinco minutos en los que se suceden golpe tras golpe de humor.

El quiebre reflexivo llega al final del repertorio con el cuplé de la democracia, que funciona como antesala de un remate que pondera el valor de la incertidumbre, una vez más como antídoto a las verdades reveladas.

Es un espectáculo contundente en lo textual y bien cantado. De las mencionadas, parece ser la que tiene mayores chances de aspirar a la Liguilla.

CANDOMBE. Pero pese a los empujes vanguardistas de la murga, la transgresión más evidente se da en el mundo del candombe, categoría en la que la tensión y discusión sobre lo de antes y ahora son monedas corrientes.

Es allí donde Valores (foto) propuso el espectáculo Entre, con un estilo hipermoderno, abierto a la diversidad y lo múltiple. Se trata de la historia de un niño que decide adoptar nuevas identidades de género, tránsitos en los que va recibiendo la negación de su padre pero, a la vez, el aliento y aceptación de la comparsa.

Es un espectáculo inclusivo, con una idea esperanzadora, sensible, humana, un mensaje bellísimo a favor de la libertad, que se propone naturalizar el tema, visibilizarlo, abordarlo sin miedos ni tabúes y dar ánimo a quienes estén en esa etapa. Una propuesta con brillo propio, pese a algunas importantes imperfecciones técnicas que seguramente le costarán algún puesto, pero no su pasaje a la Liguilla.

Es ideal para quienes quieran tomar una foto de las nuevas realidades que mueven el universo del candombe, conjugando ternura y amplitud de pensamiento en un mismo clic.

Mi Vieja Mula, Cayó la Cabra, Valores y Gente Grande, las disruptivas de 2023.

ESPECTÁCULOS

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2023-02-03T08:00:00.0000000Z

2023-02-03T08:00:00.0000000Z

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