■■ A raíz de la denuncia que presentó a principios de febrero el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, sobre intervenciones por parte de particulares en el arroyo Vejigas (en la cuenca de Santa Lucía), el Ministerio de Ambiente resolvió intimar a las empresas y personas involucradas a que detuvieran de manera “inmediata” “todas las actividades de extracción de áridos, represamiento, modificación del cauce” de dicha corriente de agua y “afectación de vegetación” en dos padrones.

Así lo indica una resolución con la firma del titular de la cartera, Robert Bouvier, a la que accedió El País. En ese documento, además, el ministerio le informa a las empresas que son pasibles de ser sancionadas con dos multas. La primera, por la suma de US$ 4.000 (100 UR), por “haber realizado una modificación temporal por desviación del curso, sin noticia de la administración”. La segunda, por el doble (US$ 8.000, 200 UR), por incumplimiento a la normativa. Ahora los involucrados podrán presentar sus descargos y modificar los montos.

Orsi, a principios de enero, llevó a Torre Ejecutiva una denuncia de que areneras que trabajan aguas arriba de la localidad de San Ramón estaban desviando el curso de agua en el arroyo Vejigas. En esa oportunidad, el intendente canario dijo que el tema es “grave, inadmisible y escandaloso”, ya que de la cuenca de Santa Lucía se toma agua para abastecer a dos millones de personas en el área metropolitana.

A través de la resolución ministerial, Ambiente también los intimó a “recomponer la zona afectada” para lo que deberán presentar en los siguientes 10 días hábiles un plan que después será evaluado por dos direcciones de la cartera.

Ese plan deberá incluir, entre otras cosas, la “recomposición del ecosistema fluvial degradado en las tres zonas intervenidas, con el objetivo de restaurar la dinámica natural del cauce del arroyo Vejigas”. En ese sentido, las acciones deberán “incluir la destrucción de los terraplenes que fueron construidos modificando el cauce original del arroyo, y el cierre de los canales que se generaron producto de esta modificación”.

La denuncia de la Intendencia de Canelones decía que había “represamiento de aguas de dicho arroyo para posibilitar el ingreso vehicular, con utilización de escombros de diferente tipo y cubiertas neumáticas, así como la modificación del cauce, con desvío de aguas a través de un canal, destrucción de monte ribereño y de la protección de las márgenes”.