El Pais Uruguay

Cumbia que rompe barreras y no puede parar de bailar

MANUELLA SAMPAIO

Empezaron su recorrido hace 14 años. En aquel entonces eran un “grupo de pibitos” que se juntó a tocar para “ver qué onda”. No se imaginaban que unos años más tarde formarían una orquesta, después una cooperativa que editaría siete discos, que sus canciones acumularían millones de escuchas en las plataforma de streaming; menos aún que llenarían el Gran Rex y agotarían funciones en el Luna Park.

Este grupo, La Delio Valdez, que eligió un ritmo tradicional como la cumbia pero le puso su impronta, no para de crecer. En Uruguay ya llenaron más de una vez la Sala del Museo y este sábado vuelven para debutar en el Teatro de Verano y presentar La Gira y la Serenata, concierto que marca el fin de la gira de difusión de su último disco de estudio El

tiempo y la Serenata, grabado en pandemia. Quedan entradas a la venta por Tickantel desde 1200 a 1500 pesos.

El País charló con Pedro Rodríguez, responsable de los timbales y voz, y María Ximena Gallina, percusionista de la orquesta, en la previa.

“Elegimos un género que para el momento no estaba muy bien visto”, comenta Rodríguez, sobre los comienzos. “No había una orquesta de ese tipo, ni tan grande ni con tanta cantidad de vientos, pero dijimos: ‘bueno, ¿somos nueve?’, ¡vamos los nueve!, después fuimos 10 y cada vez éramos más”, complementa.

Hoy la orquesta está compuesta por 15 músicos y hace cuatro años decidieron crear la cooperativa “La Delio”, lo que implicó un nuevo nivel de profesionalización del grupo y que, además, hace que cada decisión se tome en conjunto, en asambleas mensuales, donde se ponen de acuerdo con temas que van desde el setlist hasta el vestuario.

“Nos fuimos dando cuenta de que necesitábamos un equipo más grande para sostener eventos y movidas, que no podíamos ser los técnicos y los músicos a la vez, cosa que hicimos muchos años”, comenta Rodríguez.

“Lo que veo de estos 14 años es que la banda ha crecido enormemente en la cuestión humana y el doble en una cuestión profesional”, señala Gallina, quién se incorporó hace dos años.

Ambos están de acuerdo que para avanzar en ese camino autogestivo que eligieron trazar, primero tuvieron que vencer prejuicios externos, y luego aprender a lidiar con las diferencias internas. “Somos una generación que rompió con muchos esquemas de descompromiso. Tuvimos que aprender a trabajar de buscarnos trabajo”, dice Gallina, acompañada de una carcajada de Pedro, quien cree que pudieron “vencer el prejuicio que había cuando decías que vivías de la música”.

—Una de las características que llama la atención en los toques de La Delio es la variada franja etaria y de estilos del público. ¿A qué adjudican esa amplitud? Rodriguez:

Es hermoso, y es uno de los premios que tiene La Delio, porque tranquilamente podríamos haber explotado en otro ambiente. Creo que el hecho de mostrarle tanto respeto a la música es uno de los factores que influye.

Gallina: Es una música, un ritmo, que representa también el encuentro con amigos, para la fiesta, para bailar, es un género superamplio. Creo que también nunca perdimos de vista la responsabilidad con el público que nos sigue y el compartir algo verdadero, algo de calidad artística, que es algo que nos gusta buscar.

Eduardo Mateo, Ruben Rada, Gustavo Pena, los hermanos Fattoruso; Nicolás, Martín y Andrés Ibarburu; Julieta Rada, Diego Paredes y Pitufo Lombardo, son solo el principio de la lista de artistas uruguayos que admiran.

Este año pudieron disfrutar del carnaval uruguayo, una experiencia que generó aún más entusiasmo para el toque de este sábado en el Ramón Collazo. “Estuvimos en las llamadas de San Baltasar en enero y es una movida increíble. Y tocar en el Teatro del Verano es un montón. Es que es un lugar tan histórico, justamente por esa carga energética que deja el carnaval, mucha energía piola. Y en lo personal amamos venir acá, disfrutamos mucho siempre”, comenta la percusionista.

“Desde que empecé a entender un poco la cultura uruguaya, de todos los países del sur de Latinoamérica son los que más respeto le tienen al tambor. Es como tocarle a un santo, tiene una mística, tras una cuestión muy ligada a lo espiritual y las raíces”, complementa Rodríguez.

Hace un mes relanzaron “Cumbia de los dos” con Natalia Oreiro, experiencia que califican como “placentera” y en la cual se sintieron “muy cómodos”. “Nos da mucho gusto poder hacer cosas con gente que admiramos y con gente que se copa con lo que hacemos, sentimos que eso es verdadero y lo aplaudimos”, dice Gallina.

“Quedamos muy contentos. Cuando aparecían comentarios en las redes en ruso, nos mirábamos y decíamos: ‘esto no lo habíamos imaginado nunca’, y nos morimos de la risa”, dijo Gallina. ‘¿Qué dirá este comentario?’, nos preguntábamos”, comenta y se ríe Rodríguez.

El grupo acumula más de dos millones de oyentes mensuales en Spotify y el año pasado ganó Mejor Álbum de Grupo Tropical, Mejor Canción Tropical y Mejor Videoclip Largo en los Premios Gardel, los mayores de la música argentina, además de llenar salas en Chile, Brasil y México.

Estos son algunos de los reconocimientos que reciben arriba del escenario y también fuera de él: mientras posaban para una de las fotos que ilustran esta nota, un señor de unos 60 años cruzó por la calle Zelmar Michelini y apuntó a Rodríguez.

Después, llevó la mano hacia el mentón, pensativo, y luego exclamó: “¡Te vi en la tele hoy por la mañana!”. El vocalista y timbalero confirmó que sí, que era él, a lo que el transeúnte respondió antes de seguir hacia su destino: “Me gusta el trabajo que hacen, los felicito”.

Gallina y Rodríguez no pudieron ocultar una enorme y compartida sonrisa de orgullo.

“Nunca perdimos de vista el compartir algo verdadero y de calidad con nuestro público”, dice Gallina. “De los países del sur Uruguay es el que más respeto le tiene al tambor”, dice Pedro Rodríguez.

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2023-03-16T07:00:00.0000000Z

2023-03-16T07:00:00.0000000Z

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