El Pais Uruguay

US$ 1.000 millones en “bombero” bancario local

A raíz de lo que pasa en EE.UU., un repaso de las garantías de depósitos en Uruguay

Uruguay cuenta con más US$ 1.000 millones en su Fondo de Garantía de Depósitos Bancarios para hacer frente a una eventual corrida bancaria.

La Corporación de Protección del Ahorro Bancario (Copab) es desde 2008 la institución que garantiza hasta cierto monto los depósitos bancarios. Al cierre de 2022, el fondo suma

US$ 1.007,5 millones. Los depósitos garantizados son aquellos que están constituidos por personas físicas o jurídicas del sector no financiero. La garantía es por persona (física y jurídica) y no por cuenta. Para el total de depósitos en moneda extranjera la garantía es de US$ 10.000 y en moneda nacional es de hasta 250.000 unidades indexadas (US$ 35.987). Los montos cubiertos alcanzan el 25,68% de los depósitos garantizados.

En la víspera, en los mercados globales resurgió la incertidumbre al hundirse 24,24% las acciones del Credit Suisse, después de la negativa del principal accionista, el Banco Nacional Saudita, a ampliar su capital.

En Estados Unidos, el colapso del Silicon Valley Bank (SVB) —junto a otras instituciones de similares características— generó que la Corporación Federal de Garantía de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) interviniera el banco y garantizara los depósitos hasta US$ 250.000, pero como el 96% de los depósitos en la institución superaban esa cifra, finalmente fueron garantizados por la Reserva Federal (Fed, el banco central estadounidense). ¿Qué pasaría en Uruguay ante un caso similar? ¿Hasta qué monto se garantizan los depósitos?

La Corporación de Protección del Ahorro Bancario (Copab), desde 2008, es la institución que garantiza (hasta cierto monto) los depósitos bancarios en Uruguay y que sucedió a la Superintendencia de Protección del Ahorro Bancario (SPAB) que funcionaba en la órbita del Banco Central (BCU).

La Copab tiene a su cargo la gestión del Seguro de Depósitos Bancarios en el país, que se financia con el Fondo de Garantía de Depósitos Bancarios, el cual cuenta con diferentes recursos, entre ellos: las primas que aportan los bancos y cooperativas de intermediación financiera —las cuales se regulan según el riesgo de la institución—; la rentabilidad de las colocaciones que se realicen; las recuperaciones de los pagos con subrogación de la garantía en oportunidad de una liquidación y otros.

Este fondo, según explicó el economista y exsuperintendente de la SPAB, José Licandro, serviría para evitar una corrida bancaria y cubrir a los depositantes.

Ante la crisis de un banco, el seguro da cobertura a los depositantes o le permite a la Copab implementar procedimientos de solución alternativos a la liquidación y el pago de la cobertura a los depositantes, con el fin de mantener líneas de negocio que puedan ser absorbidas por otra institución y así no afectar a los clientes del banco en crisis.

Según información de la Copab al cierre de 2022, el fondo cuenta con US$ 1.007,5 millones, lo que supera el 52% del tope previsto, que es US$ 1.913,18 millones. De esta forma, el organismo señala que el fondo está en una etapa de “construcción”.

En diálogo con El País los ejecutivos de la Copab, Daniel Dominioni (presidente), Darío Abilleira (vicepresidente), Aurelio Suárez (director) y Gabriel Lemus (gerente general), afirmaron que el monto actual podría cubrir la caída de un banco “grande”.

Los depósitos garantizados por el fondo son aquellos que es“helado

tán constituidos por personas físicas o jurídicas del sector no financiero, excepto los del Gobierno Central y del Banco de Previsión Social (es decir, empresas y familias). A su vez, la garantía es por persona (física o jurídica) y no por cuenta. También el límite se diferencia por moneda: para el total de depósitos en moneda extranjera la garantía es hasta US$ 10.000 y para el total de depósitos en moneda nacional es de hasta 250.000 unidades indexadas (UI, equivalen hoy a US$ 35.987).

En esta línea, las autoridades de la Copab explicaron que el 99% de las personas con depósitos en moneda local se encuentran cubiertas actualmente, mientras que en moneda extranjera es el 63% de los depositantes.

En tanto, los montos cubiertos alcanzan el 25,68% de los depósitos garantizados, en donde al separar la cobertura por moneda, la que es en moneda local alcanza el 50% de los depósitos garantizados, mientras que la cobertura en moneda extranjera alcanza el 17,88% de estos.

Ante la caída de un banco o posible crisis, la Copab tiene potestad de intervenir la institución para buscar alternativas que no sean su cierre y el pago del seguro. En caso de cierre, el liquidador será la corporación.

En este sentido, Licandro explicó que como métodos alternativos al cierre y pago de seguro, que implicaría que los depositantes pierdan dinero y que aquellos clientes que tomaban créditos ya no lo puedan hacer, se pueden reunir los depósitos con activos de buena calidad y con recursos del fondo completar el patrimonio, para que tenga valor de activo y sea absorbido por otro banco. Esto es siempre y cuando los recursos que deba utilizar el fondo sean menores o iguales al monto de las indemnizaciones de los depositantes garantizados.

“Por ejemplo, si hay un banco fundido, que le faltan US$ 300 millones de capital, y el seguro de depósito tendría que pagarle US$ 450 millones a los depositantes, es más barato agarrar este banco, los activos del banco, lo que valen todos los depósitos del banco y poniendo solo US$ 300 millones, armo un banco nuevo y se lo vendo a otro y sigue funcionando. Gasté menos y además el banco sigue funcionando”, explicó Licandro

Asimismo, ante la alarma de que un banco pueda entrar en crisis, la Copab puede intervenirlo previo a la suspensión de sus actividades. Según Dominioni, la intervención evitaría el caso del derretido”: cuanto más se derrite menos vale.

ESPADA DE DAMOCLES. El fondo de cobertura tuvo comienzo en el 2005, según explicó Licandro, porque tenía la “Espada de Damocles” del banco Cofac, caso en el que por única vez se usó el Fondo de Garantía de Depósitos Bancarios.

En la crisis del 2002, los cuatro bancos que quebraron, el Banco Comercial, el Banco de Crédito, el Banco de Montevideo y el Banco de la Caja Obrera, se resolvieron a través de leyes debido a que en ese momento no existía el seguro de depósito, recordó Licandro.

En cambio, a principios de 2006, funcionando ya el seguro de depósitos, ante los problemas de Cofac y su suspensión de actividades, en donde se buscaba un comprador —que luego sería el venezolano Bandes— se le adelantó efectivo a los depositantes a cuenta de su seguro, en donde el exsuperintendente de la SPAB recordó que tuvieron que hacer manualmente los cheques.

Una vez adquirido por el banco venezolano, agregó que los depósitos remanentes quedaron formando parte del banco, siendo ese el mecanismo de resolución teniendo que hacerse “una ley a la medida” para esto, ya que no estaba previsto.

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2023-03-16T07:00:00.0000000Z

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