El Pais Uruguay

Claves para entender la infección por Meningococo

Una guía pediátrica sobre un agente que aparece todos los años en niños pequeños

ALICIA FERNÁNDEZ*

El Meningococo es una enfermedad endémica que todos los años presenta brotes esporádicos, sin constituir una epidemia. ¿De qué se tratan las infecciones causadas por este agente, viejo conocido de todos los pediatras? ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas que deben alertarnos, sin generar alarma, en las circunstancias actuales?

A lo largo del año, siempre aparecen casos de infecciones por Meningococo que en las primeras 24 horas se notifican a vigilancia epidemiológica del Ministerio de Salud Pública (MSP). Basta con que exista una sospecha para realizar el procedimiento y que el MSP haga su seguimiento. Esto es clave para tomar medidas en caso de que se observe un comportamiento de esta bacteria diferente al habitual; algo que, hasta el momento, no se ha producido.

CÓMO SE TRANSMITE. La bacteria se transmite por contacto directo con una persona infectada, a través de gotitas de las secreciones respiratorias. La infección solo se produce en humanos, no hay reservorios animales.

Hay personas que tienen el Meningococo en sus vías respiratorias sin tener ningún síntoma, es decir, son portadoras y están en contacto con otros como cualquiera de nosotros. Sin embargo, el número de casos que anualmente se ve de esta enfermedad es bajo. La susceptibilidad a la enfermedad disminuye con el aumento de la edad, y algunas poblaciones, como los niños pequeños (sobre todo menores de cinco años y aún más los menores de dos años), están más predispuestos al contagio.

La meningitis —con o sin púrpura— y la meningococcemia (infección generalizada) son las formas clínicas más frecuentes de presentación de la enfermedad.

SÍNTOMAS. La presencia de fiebre, dolor de cabeza, irritabilidad, llanto (como manifestación de este dolor), rechazo del alimento, intolerancia digestiva alta, rigidez de nuca, molestia ocular con la luz, depresión de conciencia y convulsiones son los síntomas principales.

Si a estos se le suma una erupción petequial (manchas rojas puntiformes que no desaparecen al comprimirlas), en el primer germen que pensamos es el Meningococo, porque si bien hay otros dos agentes que causan meningitis, este particularmente da púrpura. En los niños más pequeños y que tienen la fontanela o mollera abierta, otro signo es la misma bombé o salida hacia afuera.

¿Que síntomas hacen pensar en una enfermedad meningocóccica invasiva? La presencia de fiebre en un niño con mal aspecto general, poca reactividad y tendencia al sueño, a lo que se agrega el sindrome purpúrico y elementos de shock (piel fría, moteada, pulsos finos).

Vale recordar que la causa más frecuente de fiebre en la edad pediátrica son las infecciones virales, tan frecuentes en esta época del año. No siempre que un lactante o niño tenga fiebre hay que pensar en este agente, pero sí cuando se acompaña de alguno de los signos y síntomas anteriormente referidos. Además, hay púrpuras que no son de causa meningocócica.

A lo largo de los últimos 50 años, ha habido brotes de Meningococo y sus diferentes serotipos en Uruguay, que fueron controlados por medidas por parte de la autoridad sanitaria, como vacunación con los serogrupos que estaban causando la misma.

La epidemiología —el comportamiento del meningococo— es impredecible y dinámica. Pueden constatarse cambios en corto tiempo y aparición de brotes por tal o cual serogrupo, lo que hace imprescindible la notificación y vigilancia de los casos.

En Uruguay, hay registradas en el MSP dos vacunas anti Meningocóccicas y cada una cubre serotipos diferentes. Por la marca comercial se llaman Menactra® y Bexsero®; no están incluidas en el Certificado Esquema de Vacunación, pero sí disponibles —con costo— en algunos vacunatorios del país.

El contagio es más común en niños pequeños, sobre todo menores de 5 años.

*Médica pediatra. Especialista en cuidados intensivos de niños.

BIENESTAR

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2023-05-24T07:00:00.0000000Z

2023-05-24T07:00:00.0000000Z

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