Existen muchos caminos para conocerse a uno mismo; entre ellos, movernos. Pero no se trata de cualquier movimiento, sino de uno realizado de forma consciente y en sintonía con el momento presente. De eso se trata la esferokinesis.

BENEFICIOS. La esferokinesis es una disciplina que aplica el trabajo con esferas —grandes, medianas, pequeñas— para mejorar las funciones motrices y corporales, como el equilibrio, la flexibilidad y la tonicidad. Para Marcella Ortolani, fundadora de Soma Pilates Integral, “lo alucinante de esta técnica es que no solo se enfoca en los músculos y los huesos, sino que trae a la práctica la consciencia de otros sistemas, como los órganos, el sistema nervioso y el sistema circulatorio”.

En este sentido, aseguró que la esferokinesis “trae una idea más completa del ser”.

Conocer el propio cuerpo es importante para sentirnos más seguros con nosotros mismos, señaló Nathalie Pezzoni, fundadora de Samsara Yoga. “El autoconocimiento nos hace crecer y nos ayuda a enfrentar ciertas situaciones de la vida de la mejor manera”, sostuvo. Además, nos permite tener un diálogo interno más amable y positivo: “Esa vos te acompaña las 24 horas, los siete días de la semana, y tiene que ser un diálogo de amor”.

La pelota —técnicamente, el fisiobalon— está en el centro de la práctica. “El soporte blando e inestable estimula el sistema nervioso y te lleva a estar presente, sobre todo cuando se trabaja con la pelota grande”, indicó Ortolani. Y agregó: “No se usan esferas híper infladas porque sino te sentás y te escupe, pero igualmente se mueve y eso agrega mucha riqueza a la técnica”.

A lo largo de la clase pueden utilizarse pelotas de distintos tamaños. “Todas tienen una intención diferente y promueven descubrimientos únicos dentro de uno”, expuso Pezzoni.

En cuanto al autoconocimiento, la disciplina ayuda a “percibirnos más en relación con el espacio y con los otros”, expresó Ortolani. De esta manera, el trabajo es hacia adentro, pero también hacia lo que hay alrededor: “Aumenta mucho la conciencia corporal como sucede con todas las técnicas somáticas que se hacen prestando atención y escuchando al cuerpo”.

CLASES. Para Pezzoni (Instagram: @_samsarayoga), un aspecto clave de esta técnica es que puede adaptarse a diferentes objetivos. Puede ser para alguien que esté lesionado y quiera potenciar su recuperación, para embarazadas e incluso para quienes busquen un entrenamiento físico intenso, entre otros.

En la misma línea, Ortolani (Instagram: @soma.pilatesintegral) mencionó que, por ejemplo, puede trabajarse la movilidad de cierto sector de la columna, la fuerza de determinado sector del cuerpo o la coordinación. “Puede ser una disciplina súper acrobática y demandante a nivel muscular, o también tranquila en lo físico, pero intensa a nivel de presencia y aprendizaje del cuerpo”, aseguró.

En general, Pezzoni enfoca sus clases de esferokinesis en el desarrollo de destrezas para surfear, como velocidad de reacción, fuerza y equilibrio. “Cuando estás dentro del agua y viene la ola, tenés que reaccionar de forma automática para remar y pararte, y eso hay que entrenarlo primero en tierra”, explicó.

A su vez, da clases personalizadas de esferokinesis para embarazadas. “Ahí el movimiento es mucho más suave y está enfocado en las caderas y las aperturas”, señaló. También suele incluir el trabajo con esferas en sus clases de yoga. “Ambas disciplinas se integran perfectamente porque implican movimientos muy conscientes y en conexión con el momento presente”, sostuvo.

Por su parte, en Soma Pilates Integral incorporan la esferokinesis dentro de las clases de pilates. “Los principios del pilates están en juego, pero usamos muchísimo las pelotas, ya sea con las máquinas de pilates o en trabajo de piso”, expuso Ortolani.

HISTORIA. La esferokinesis fue creada por la docente e investigadora argentina Silvia Mamana como resultado de su formación en educación somática, un campo interdisciplinario integrado por métodos que buscan aprender a partir del cuerpo en movimiento y de cómo éste se vincula consigo mismo y con el entorno.

Mamana es practicante y entrenadora de Body-mind Centering (BMC), un enfoque somático elaborado por Bonnie Bainbridge Cohen que promueve el desarrollo personal a través del movimiento, el tacto y la voz. Esto ha tenido una gran influencia en la creación de la esferokinesis, en tanto “son los principios del BMC aplicados al trabajo con fisiobalones”, comentó Marcella Ortolani.

Asimismo, Mamana coordina el primer Posgrado en Aplicaciones Terapéuticas y Funcionales de la Esferokinesis realizado por la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), y ha dictado talleres y seminarios en Estados Unidos, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y varias ciudades de Argentina.