■■ El presidente Luis Lacalle Pou intervino ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) para que no se realice el sacrificio de 272 animales incautados los pasados 8 y 9 de marzo por la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) y el Ministerio de Ambiente durante un procedimiento.

Tras la incautación, los animales fueron hisopados para descartar la presencia del virus de la gripe aviar y quedaron en cuidado del Ministerio de Ambiente. Según informó La Diaria, los animales fueron encontrados hacinados en cajas y trasladados a la sede de la DNA en la calle Rondeau y Nicaragua. Allí se le realizaron análisis y se confirmó que no poseían la influenza aviar.

El Ministerio de Ambiente había tomado la decisión de que los ejemplares cumplieran la cuarentena y luego tener

diferentes destinos, como el Bioparque en Durazno, o devolverlos a sus países de origen. Sin embargo, con el paso de las horas los animales pasaron de estar en custodia del Ministerio de Ambiente y quedaron a disposición del MGAP. Este traspaso de competencias se debe al artículo 186 de la Rendición de Cuentas 2021.

En ese artículo se puntualiza que el MGAP tendrá entre sus cometidos la tarea de “decomisar definitivamente” a los animales y productos de origen animal y vegetal y que, en caso de “ingreso de flora y animales en infracción de cualquier especie” que constituyan un “riesgo para la salud humana, animal y vegetal”, el ministerio podrá ejecutar el “sacrificio sanitario y la destrucción total”.

Según informó La Diaria y confirmó El País, el MGAP se aprestaba a aplicarles la eutanasia a estos animales este mismo jueves.

La difusión de la noticia causó honda preocupación en colectivos animalistas y protectores de la biodiversidad, que señalaban que esa decisión del MGAP estaba “totalmente equivocada”, según dijo a El País Mauricio Álvarez, representante de Coendú (Conservación de Especies Nativas del Uruguay).

El argumento para la ejecución de los animales por parte del MGAP era que estos representaban un peligro para la salud humana. “Cuando los animales estuvieron en el Ministerio de Ambiente fueron revisados, hisopados y no tienen ninguna enfermedad. El MGAP se ampara en barreras sanitarias para llevar a cabo la eutanasia y es equivocado”, dijo Álvarez. El País intentó comunicarse con jerarcas del MGAP, pero no obtuvo respuestas.

Según informó El Observador, y confirmó El País con Gerardo Amarilla, subsecretario de Ambiente, el presidente Lacalle Pou decidió intervenir para que no se produjera el sacrificio de los animales.

El ministro de Ganadería, Fernando Mattos, recordó en declaraciones a la prensa que el país se encuentra bajo una emergencia sanitaria por la propagación de la gripe aviar, y que la norma “obligaba” al sacrificio de estos animales.

Sin embargo, luego de charlar con el presidente se decidió “asumir el riesgo” y que estos animales queden encuarentenados bajo la supervisión de los equipos sanitarios del MGAP.

“Nadie está queriendo eliminar a estos animales, tenemos esa preocupación, pero estamos en emergencia sanitaria y la norma indica que deberían ser sacrificados”, apuntó.

Según informó La Diaria, entre las especies se encontraban: 60 loros amazónicos, 21 lagartos colorados, 28 cotorritas australianas, 36 tortugas de tierra, 21 cacatúas ninfa, cinco loros cabeza azul, 14 tortugas campanita, dos cardenales, siete aves diamante, 33 gargantillos, tres canarios, cuatro mirlos, siete agapornis, cuatro soldaditos, dos tortugas cuello largo, 19 cabezas blancas, tres erizos, una tortuga canaleta y un estornino.