El Pais Uruguay

Uruguayos descifran el virus de la influencia aviar H5N1

Estudio reveló el ingreso por la ruta del Pacífico

MARÍA DE LOS ÁNGELES ORFILA

■■ Científicos uruguayos analizaron el primer brote del virus de la influenza aviar en el país, logrando su caracterización genética. Confirmaron que la variante que circula en Uruguay se relaciona con la enfermedad de alta patogenicidad presente en las Américas, y que el virus H5N1 tomó la ruta del Pacífico para llegar hasta el sur del continente. El estudio fue publicado en la revista Viruses por investigadores de la sección de Genética Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República y de la División de Virología de Laboratorios Veterinarios del MGAP. “Es lo que se llama una panzootia, una pandemia en animales. Es muy preocupante”, dijo a El País el doctor en ciencias biológicas Ruben Pérez.

Científicos uruguayos analizaron el primer brote del virus de la influenza aviar en el país, logrando su caracterización genética. Esto reveló dos cuestiones de importancia: que la variante que circula aquí se relaciona con la enfermedad de alta patogenicidad presente en América del Sur y América del Norte y que es muy similar a la encontrada en Chile, lo que evidencia que el virus H5N1 tomó la ruta del Pacífico para llegar hasta el sur del continente.

El estudio fue publicado en la revista especializada Viruses por investigadores de la sección de Genética Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República y de la División de Virología de Laboratorios Veterinarios del MGAP. Esta última informó que los brotes en los gallineros domésticos afectaron a 705 aves de corral, principalmente gallinas y pollos, con 181 muertes; el resto fue sacrificado. También se tuvo la colaboración del Ministerio de Ambiente.

Los signos clínicos incluyeron trastornos hemorrágicos, letargo, renuencia a moverse, pérdida de apetito, diarrea, hemorragias subcutáneas, manchas cianóticas y necróticas especialmente en crestas, barbas y patas, y muerte repentina.

Las muertes de cisnes de cuello negro ascendieron a 142 individuos en Lagunas Garzón, siendo los síntomas más destacables los neurológicos.

Las muestras secuenciadas fueron recolectadas de dos cisnes de cuello negro (Cygnus melancoryphus) y diez aves de traspatio (gallinas, pollos, patos y pavos) que murieron entre febrero y marzo de 2023.

El primer caso en el país había sido detectado el 14 de febrero en Laguna Garzón. De ahí provino uno de los cisnes estudiados; el otro fue encontrado muerto en la playa de Solymar. Las otras aves fueron recolectadas en cuatro ubicaciones geográficas en un rango de 350 kilómetros.

“Este es un problema que afecta a las aves comerciales y a las silvestres y también a otras especies de la fauna silvestre; es lo que se llama una panzootia, una pandemia en animales. Es muy preocupante”, dijo a El País el doctor en ciencias biológicas Ruben Pérez.

PANZOOTIA. Los síntomas son los que evidencian la “alta patogenicidad” del virus H5N1. Antes del salto a la industria avícola, a las aves silvestres solo les reportaba una gripe sin complicaciones, según explicó el investigador de Genética Evolutiva. “Le cambió la ecología a las aves porque entró en un ambiente restringido, con una densidad mucho más grande y empezó a cambiar; así surgieron las cepas de alta patogenicidad que luego intercambiaron información con las cepas circulantes en los ambientes silvestres”, apuntó a El País.

El salto a mamíferos —por ejemplo, la infección a lobos marinos que se registró en el país— se debe al fenómeno de mutación que tiene el virus para garantizar su supervivencia. A diferencia del SARS-COV-2 (covid-19) que solo tenía una molécula, el genoma del H5N1 se divide en ocho segmentos; si dos virus coinfectan una misma célula, se produce un intercambio en la parte de la proteína HA (hemaglutinina) o en la NA (neuraminidasa). “Esto hace que el virus cambie más”, señaló. No obstante, las cepas sudamericanas han conservado la NA original (la de 1996 surgida en China).

Este mecanismo que se conoce como “reassortment” o reorganización es el que le ha permitido “colectar” distintos segmentos desde su aparición en América del Norte y a lo largo de su camino hacia América del Sur, creando variantes en el camino.

De esta manera, además, se puede seguir su itinerario de viaje: “Ingresó por Canadá en 2021, luego bajó a Estados Unidos, después se extendió por Centroamérica y entró por Colombia y Venezuela. Parecía que iba a bajar por el lado del Atlántico, pero bajó por el lado del Pacífico hacia Ecuador y Chile. Desde ahí, aparentemente, habría ingresado a Uruguay”, explicó.

El estudio genético estableció que la variante circulante en Uruguay es muy similar a las descritas para Sudamérica y Norteamérica, en particular, a la chilena. El estudio advierte que las cepas encontradas en Canelones y Rocha están asociadas a la única cepa identificada proveniente de Argentina; en cambio, las cepas registradas en Tacuarembó, San José y Montevideo se asocian a las del sur de Chile.

No obstante, a Uruguay no llegan aves que vuelan por la ruta migratoria del Pacífico, por lo que el virus debió ser transportado a través de los Andes.

La hipótesis que manejan los científicos es que la “invasión andina” pudo haber sido mediada por varias especies de aves de las lagunas de altura, entre ellas, los gansos andinos y el flamenco austral, el que visita las lagunas costeras de Uruguay. Entonces, el virus de la influenza aviar podría haber ingresado al país a través de los sistemas fluviales, lagunas y de humedales que conectan con los ríos Pilcomayo, Bermejo y Salado del Norte como han sugerido investigadores nacionales y extranjeros.

Además del impacto económico a la industria avícola, “más importante es el aspecto ecológico. Este virus ha matado un número impresionante de aves, algunas en peligro de extinción. Si mata colonias en reproducción, no tenés forma de recuperarlas para la próxima nidación, sobre todo si tienen una distribución geográfica restringida. Sin aves, se degradan los ecosistemas: esas aves se alimentan de otros animales y controlan plagas. El daño ecológico puede llegar a ser tremendo, más si se le suman especies de mamífero. Con los lobos marinos no sabemos qué va a pasar”, expresó Pérez a El País.

Y lamentó: “Los seres humanos perdemos la posibilidad de interacción con la fauna silvestre. Solo podemos mirarla de lejos. Es tremendo pero es la realidad”.

La hipótesis es que el virus ingresó por aves de las lagunas en altura de los Andes.

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2023-09-18T07:00:00.0000000Z

2023-09-18T07:00:00.0000000Z

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