“¡Tenemos presidente!”, el festejo en el búnker Milei
Apenas cerraron las urnas, la sensación de triunfo llenó el Hotel Libertador
DELFINA MILDER Enviada a Buenos Aires EL PAÍS EN LAS ELECCIONES ARGENTINAS
No hubo que esperar el resultado del escrutinio provisorio para que las sonrisas inundaran el búnker de Javier Milei. Los números que comenzaron a circular pasadas las 18:00 en el lobby del Hotel Libertador daban cuenta de una victoria y con amplia ventaja.
“Todavía no podemos decir que ganamos. Pero la sensación es que nos está yendo muy bien”, dijo más temprano un dirigente de La Libertad Avanza a El País. Frente a él, la marea de gente que fue a apoyar a su líder todavía estaba tranquila, pero aprontándose para lo que se palpitaba.
Milei se instaló en el piso 21 del hotel ubicado sobre la avenida Córdoba y Maipú, en Retiro, tal como hizo en las PASO y en las elecciones generales. Lo acompañaban sus colaboradores más cercanos, su hermana Karina —o “El Jefe”, como lo llama él— y sus padres, con quienes mantiene una relación conflictiva.
Pasadas las 18, el vocero de La Libertad Avanza, Guillermo Francos, subió al escenario preparado en la sala de prensa. “Nuestros fiscales han controlado, no faltaron boletas, el proceso transitó en orden y transitamos elección transparente”, comenzó el dirigente, y agregó: “Gracias a todos los fiscales, de todas las agrupaciones”.
“Esperamos con mucha confianza los resultados que representen la voluntad popular. Muchos esperan que tengamos un número pero no lo tenemos. Estoy optimista porque ha sido un día en que la democracia se expreso”, dijo. Francos insistió en la transparencia del sistema, ahuyentando así las sospechas de fraude que sobrevolaron entre los militantes y la propia dirigencia liberataria esta semana. Mientras tanto, afuera, un seguidor agitaba un cartel que decía “Elecciones sin trampa”.
La actitud de Francos ya se percibía distinta a la de las elecciones generales de octubre, cuando se dirigió a la prensa mucho más tarde y sentenció: “Nadie piensa ganar en primera vuelta”.
El búnker estaba copado por medios internacionales y era frecuente oír relatos de la jornada en inglés.
Sobre las 19:00 comenzaron a llegar dirigentes. La victoria ya se respiraba y se reflejaba en el rostro de cada uno de ellos. Victoria Villarruel, vicepresidenta electa, llegó sonriente al hotel e incluso se acercó a la valla a saludar a los militantes.
A esta altura, desde el búnker de Massa llegaban malas noticias: ya se corría la voz de que el ministro de Economía había aceptado la derrota y que pronto le hablaría al país.
A Villarruel, que saludó a cada uno de los militantes que se abalanzaban sobre la valla de contención, le siguió Ramiro Marra, excandidato a jefe de Gobierno porteño. Marra se trepó en la valla —ya un gesto característico suyo—, y arengó a las masas: “¡Libertad! ¡libertad! ¡libertad!”.
La multitud —a esta altura ya eran algunos miles— comenzó a festejar para no parar. “¡Presidente! ¡Presidente!”, “la casta tiene miedo” y “Massa, basura, vos sos la dictadura”, se repetían.
Finalmente, la fiesta se dio por inaugurada cuando a las 20:00 comenzó a sonar la música en los parlantes que daban a la calle. “Tenemos presidente”, gritaban los militantes.
Para entonces ya estaban en el lugar Carolina Píparo, excandidata a gobernadora bonaerense; Alberto “Bertie” Benegas Lynch, Marcela Pagano, entre otros.
Diana Modino, futura canciller, ya auguraba resultados “sumamente favorables”. “La transición debe empezar un minuto después que se conozca el resultado oficial”, adelantó.
Ante la consulta de la prensa, la dirigencia respondía que Milei estaba “muy bien”, “tranquilo” y “confiado”. 21 pisos más arriba, con la compañía incondicional de su hermana, Javier Milei comenzaba a asimilarlo: se había convertido en el próximo presidente de los argentinos.
INCREDULIDAD Y FESTEJO. “Nos tildaron de antidemocráticos. Fuimos y los enterramos a votos”, dijo Iñaki Gutiérrez a la prensa. El joven, muy cercano al presidente electo, tiene un rol fundamental en su comunicación. “Estamos ante un cambio de época que va a tener a Milei como presidente”, afirmó, y adelantó: “Convocamos a (los otros partidos) a los acuerdos parlamentarios correspondientes para llevar adelante las reformas que necesita el país”.
Alrededor, los invitados y seguidores que tenían acceso al búnker se fundían en abrazos. “Todavía no caigo”, se escuchaba. Para entonces, Massa ya había felicitado a Milei por teléfono. En las pantallas se leía “Milei es el próximo presidente”. Todo aquello empezaba a ser real. La incredulidad de los primeros minutos abrieron paso al festejo. El Hotel Libertador era una fiesta dentro y fuera. Solo faltaba que apareciera el anfitrión.
Cerca de las 22:00, Karina Milei tomó el escenario. La que siempre estuvo en las sombras se adueñó del micrófono y anunció al presidente electo. En la primera línea estaba toda la dirigencia de La Libertad Avanza y la comediante y actriz Fátima Florez, novia del libertario. Milei apareció con una sonrisa de oreja a oreja. Se lo veía relajado; feliz. El atril tras el que se dirigió al país tenía escrito “Presidente Electo”. Lo rodeaban banderas argentinas.
-Por sí o por no, ¿sos el presidente electo?, se escuchó entre el público.
-Parece que sí, respondió él.
Victoria Villarruel Primera hija de un militar que es vicepresidenta.
Karina Milei. A la hermana del presidente electo le dicen “La Jefa”.
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2023-11-20T08:00:00.0000000Z
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