El Pais Uruguay

Casi todo “se alquila” o “se vende”

■ Los carteles de “se alquila” o “dueño vende” abundan en la zona. Casas con vista al mar que sus dueños dejaron hace años y aún no han podido vender. Vecinos que no se van, porque dicen que no tienen otra opción. Todo se ve en buen estado. No hay casas con las aberturas tapadas, ni otros símbolos que permitan suponer que están siendo ocupadas.

“Locales, casas y apartamentos, todo. Ya los carteles los empezás a ver a dos cuadras de la rambla. La gente de allí se va. No aguantás el ruido, de verdad”, dice Gabriel Couto, dueño de una inmobiliaria. Él no lo cuenta desde afuera.

Tiene para alquilar y vender casas en su negocio, pero vive a metros de la explanada de la rambla de Playa Pascual. “Soy propietario, es mi casa, no me voy a mudar. Pero de verdad viernes y sábado son inaguantables. Tengo que tomar pastillas para dormir de noche, tuve que ir al médico, estoy en tratamiento por esto”, relata el empresario.

Couto dice que, si está en el comedor de su casa mirando la tele con todo cerrado, igual tiene que subir el volumen porque los ruidos de afuera no le permiten escuchar. También cuenta que la gente alquila apartamentos y están deseando que se termine el contrato para irse, o se van antes aunque tengan que seguir pagando.

Los reclamos por los ruidos molestos llevan años: “De la intendencia te dicen que es potestad de la Policía por la hora en la que se dan, y de la Policía nos dicen que es algo que tiene que controlar la intendencia”. Couto cree que hay un vacío legal pero dice que alguna institución, o en conjunto, se tienen que hacer cargo.

“Tenemos una carta firmada por más de 50 vecinos de acá a la vuelta. No fuimos a buscar firmas a otro lado. Las presentamos y nunca nos dieron corte en la intendencia”, recuerda.

El dueño de la inmobiliaria explica que desde la Intendencia de San José le dijeron que se puede iniciar un expediente si él tiene las fotos de los autos que están pasando música y que están mal estacionados. “No saben lo que están diciendo. Hay cuatro o cinco ñeris (sic) que se bajan del auto, toman vino. Ponen la música a todo lo que dan. ¿Qué hago yo? ¿Me paro en frente del auto, para sacarle una foto? Me dejan como un colador. Estamos en un círculo vicioso, pero se tiene que solucionar”, sentencia Couto.

QUÉ PASA

es-uy

2023-03-18T07:00:00.0000000Z

2023-03-18T07:00:00.0000000Z

https://epaper.elpais.com.uy/article/281595244768645

El Pais Uruguay