El Pais Uruguay

Economía para el 2024

Munyo: contexto adverso y situación fiscal sin margen de maniobra

FABIANA CULSHAW

Uruguay comenzará el 2024, año electoral, con una economía con bajo crecimiento y una situación fiscal delicada, en un contexto global y regional que no le va a significar un impulso en el corto plazo. Ese es el panorama “con el viento en contra” que proyectó Ignacio Munyo, director ejecutivo de Ceres, en un evento ayer donde destacó, entre otros temas, que “la próxima administración no tendrá margen para aumentar el gasto, ni para subir impuestos”.

“Estaremos 65% más caros que Argentina, 45% más que Brasil, 25% por encima de la Unión Europea y 23% más que EE.UU.”, dijo. “Las medidas de Argentina —con el presidente Javier Milei— provocarán también más inflación”, al menos hasta que se vayan acomodando las variables y acortando brechas. Munyo aseguró que “el partido se juega en la reforma del Estado” y apuntó que Uruguay debería aumentar US$ 25.000 millones sus exportaciones.

Uruguay tendrá en 2024, año electoral, una economía con bajo crecimiento, “cara” y una situación fiscal “delicada” que dejará “sin margen de maniobra” al gobierno que asuma en 2025. Todo eso en un contexto global (de guerras) y regional (con un nuevo gobierno en Argentina) que representa un “viento en contra”.

Ese es el panorama que presentó Ignacio Munyo, director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), en su evento ayer en el Club de Golf, donde destacó, entre otros temas, que “la próxima administración no tendrá margen para aumentar el gasto, ni para subir impuestos, por lo que deberá apelar a la eficiencia del Estado”.

“Estamos 65% más caros que Argentina, 45% más que Brasil, 25% por encima de la Unión Europea y 23% más que Estados Unidos”, dijo Munyo.

Ese panorama de una economía uruguaya “cara” respecto a sus competidores, no tendrá cambios a corto plazo, agregó.

En el caso de Argentina, la brecha cambiaria que afecta a los comercios de frontera en Uruguay, que ven cómo se “escapan” ventas hacia el país vecino, puede achicarse, pero no se sabe cuánto ni cuándo. “Las medidas de Argentina -con el presidente electo Javier Milei- provocarán también más inflación”, al menos hasta que se vayan acomodando las variables y eso acortará la brecha cambiaria con Uruguay, explicó Munyo.

SITUACIÓN FISCAL. Una de las principales preocupaciones es que el déficit fiscal alcanzó el 4,4% (muy similar a la prepandemia). Y se acompaña de una caída de la recaudación (-1,6%) y aumento del gasto (+4,5 %), en los últimos 12 meses.

Midiendo el período de este gobierno hasta ahora, el aumento del gasto público es del 2,9% (lo que contrasta con administraciones anteriores: la de José Mujica registró casi 29% de aumento del gasto público, y la de Tabaré Vázquez 12,6%).

El gasto en relación al Producto Interno Bruto (PIB) sigue prácticamente igual que en 2019 (actualmente es 30% del PIB vs. 30,2% del PIB en 2019).

“El gasto va a seguir creciendo y va a ser difícil cerrar ese déficit. El próximo gobierno recibirá un contexto externo adverso y una situación fiscal sin margen de maniobra (sí de redistribución); será riesgoso aumentar la carga tributaria”, afirmó Munyo.

REFORMA DEL ESTADO. “Hay inercia, pero también muchas políticas se han lanzado y las debería seguir el próximo gobierno. Y acá es importante la velocidad con que se hagan las cosas”, opinó.

A su juicio, “en la reforma del Estado se juega el partido”. La misma, ya aprobada, está en espera de un decreto reglamentario que quedará para el próximo gobierno.

No es de fácil implementación, considerando que establece la eliminación de más de 1.200 compensaciones salariales, corregir el ausentismo laboral, superar la barrera para contratar jóvenes capacitados con ofrecimientos salariales por debajo del sector privado, además de intereses en juego.

“El Estado no es operativo para salir de la inercia”, reiteró Munyo, como un pendiente que está traccionando hacia atrás el desarrollo.

En esta línea, propuso nutrir al Estado de 100 puestos gerenciales claves para su funcionamiento eficaz en las distintas unidades ejecutoras y las unidades dependientes de Presidencia de la República.

Munyo utilizó una analogía gastronómica para definir que las ideas están, pero se ejecutan mal y tarde: “La administración central sabe hacer un buen chivito, con lechuga, tomate, etc. Pero, está fallando el delivery, porque el chivito llega frío y además con las papas fritas frías”.

A MITAD DE CAMINO. Uruguay no ha cambiado mucho en la última décadas y, por ende, se han acentuado las brechas de sus indicadores de desarrollo en relación a países similares (en cuanto a tamaño, índices de democracia y prosperidad), pero que sirven como grupo objetivo.

De hecho, el PIB per cápita de Uruguay es la mitad del promedio del grupo objetivo, según el Monitor de Desarrollo de Ceres. En ese sentido, Uruguay debería mejorar en varias áreas.

“Hay que reacelerar el crecimiento económico con apertura comercial”, insistió Munyo. Para ello -señaló- son claves los acuerdos, como el de la Unión Europea-mercosur (con expectativa de avance para los próximos días) y el Tratado Transpacífico (Cptpp, por sus siglas en inglés), al que Uruguay solicitó ser miembro pleno). Asimismo identifica oportunidades en la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), y en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde Uruguay podría ser miembro pleno.

Destacó a Japón, como player líder a tener en la mira y recordó que la Expo Osaka se realizará en abril de 2025. “Se necesita aumentar nuestra oferta exportadora”, agregó a modo de recomendación.

ÁREAS. Existen potencialidades que el próximo gobierno -y el país en general- podrían aprovechar, como la forestación (como política de Estado), que representó exportaciones equivalentes

“Uruguay debe intentar aumentar US$ 25.000 millones sus exportaciones ”.

al 3,5 % del PIB en 2022 y subió al 5 % en 2023.

Y para más adelante, Munyo mencionó las energías renovables con un potencial de exportación de US$ 3.000 millones anuales; el riego en 5.000 hectáreas de tierras que significarían US$ 600 millones en exportaciones (por el impacto positivo en mayor producción de soja, carne y leche); y la pesca que podría aumentar a US$ 120 millones en exportaciones sin afectar la sostenibilidad, afirmó. “Pero para aumentar las exportaciones, primero hay que invertir más”, advirtió.

También se necesita capital humano y para ello es necesario atraer más inmigración, mejorar la educación y flexibilizar la regulación laboral (ver aparte).

A eso sumó una mejor coordinación de planes en materia de vivienda, atención a la primera infancia y a los liberados de las cárceles, para reducir la pobreza y mejorar la seguridad.

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2023-11-29T08:00:00.0000000Z

2023-11-29T08:00:00.0000000Z

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