El tomógrafo de última generación instalado en el Hospital Español, donado hace tres años por la Fundación Mapfre, no está operativo desde hace unos dos meses luego de que renunciaran los imagenólogos del servicio tras un conflicto con la dirección, que al momento, no logró recomponer el servicio.

El tomógrafo cedido marca Siemens, equipado con un software especial con Inteligencia Artificial, fue importado directo de Alemania y tuvo un costo “superior a los US$ 300.000”, señala una nota de Presidencia de agosto de 2020.

El equipo, único en Uruguay, actualizó el que se utilizaba en ese centro, de menor tecnología. Pese a que fue una donación, el hospital pagó el 8 de agosto $ 2.710.869 (unos US$ 67.000) para cambiar el tubo central por sus horas de uso, según una resolución a la que accedió El País, y quedó operativo ese mismo mes.

El tomógrafo es un equipo clave que mediante radiación ionizante permite obtener rápidamente imágenes de todo el organismo, fundamental para confirmar diagnósticos médicos.

Tras intensas negociaciones, que involucró al Sindicato Médico del Uruguay (SMU), el conflicto culminó en agosto tras una renuncia paulatina de todos los imagenólogos del Español. ASSE abrió luego un llamado para estos cargos, que quedó vacante, y más adelante el hospital buscó la manera de recomponer el servicio mediante una tercerización, que genera resistencia hasta ahora.

El País intentó sin éxito comunicarse con la directora del Español, Alicia Cardozo, así como con otras autoridades de ASSE para contar con más detalles de la situación. Fuentes del prestador público solo señalaron que el servicio de Tomografía “se retomará la semana que viene”, sin precisar el día y bajo qué modalidad.

Sin embargo, fuentes médicas plantearon que el Español buscó tercerizar el servicio con una empresa que brindaría un técnico para que haga la tomografía en el Español y la envíe al Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim), desde donde se entregaría un informe del paciente. Mientras que algunos plantean que esta solución habría prosperado, otros aseguran que ASSE ya la descartó.

El desuso del tomógrafo implicó un sobrecosto a ASSE por los traslados a otros centros.