■■ Dos atentados con bomba en paradas de autobús de Jerusalén dejaron ayer miércoles un adolescente israelí-canadiense muerto y unos 15 heridos.

Una primera explosión en una parada de autobús en las afueras de Jerusalén dejó 12 heridos, cuatro de ellos graves.

Una segunda explosión resonó a poca distancia, hiriendo al menos a tres personas.

“Se colocaron diferentes cargas explosivas en los dos lugares. Sospechamos que ha sido un atentado combinado”, dijo la policía israelí, que ha reforzado la seguridad en Jerusalén.

Las bombas habían sido activadas a distancia. El Shin Beth, los servicios de seguridad interna de Israel, dijo a AFP que el último atentado en Jerusalén fue en 2016.

La víctima mortal en el primer ataque fue Aryeh Schupak, de 15 años.

“Con gran tristeza me he enterado de la muerte de un joven canadiense en un atentado terrorista en Jerusalén, y envío mis sinceras condolencias a su familia y amigos. Mis pensamientos

Dos bombas en paradas.

también están con los heridos. Canadá condena esta violencia en los términos más enérgicos”, declaró el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

El doble atentado también fue condenado por Estados Unidos y la Unión Europea. La Casa Blanca ofreció su ayuda para esclarecer estos actos de terrorismo.

Por la tarde, cientos de personas, en su mayoría ultraortodoxos, se reunieron en Jerusalén en torno a los restos del joven cubiertos con un talit, el manto ritual que utilizan los judíos para rezar.

El primer ministro saliente, Yair Lapid, celebró una reunión de emergencia con los jefes de seguridad en el cuartel general del ejército en Tel Aviv e informó a su sucesor Benjamin Netanyahu, ganador de las elecciones parlamentarias del 1° de noviembre, sobre la situación.

El jefe del ejército israelí, Aviv Kohavi, interrumpió el miércoles su visita a Estados Unidos para regresar a Israel.

El movimiento islamista palestino Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, no reivindicó la autoría de los atentados de Jerusalén, pero los “celebró”, calificándolos en un comunicado como “el precio de los crímenes y la agresión” de Israel “contra nuestro pueblo”.