El Pais Uruguay

Impuestazo en Montevideo

No hay método más claro para entender las diferencias políticas entre la Coalición Republicana (CR) y el Frente Amplio (FA) que comparar las medidas que toman uno y otro con respecto a los impuestos: mientras que la CR baja la carga impositiva de trabajadores, jubilados y pequeñas empresas, el FA en Montevideo decide subir las contribuciones inmobiliarias que pagan las clases medias de la capital.

El argumento de la administración Cosse es que es una redistribución, en donde pagarán más los que más tienen y menos los que menos poseen. Se trata de una gran mentira. Por un lado, porque como quedó claro en la comparecencia de parte del Ejecutivo departamental a la comisión específica de la Junta Departamental el año pasado, lo que hay es un aumento real de la recaudación prevista en unos 500 millones de pesos, es decir, unos 15 millones de dólares más por año. Este cambio tributario no da como resultado cero, sino que genera un aumento de impuestos a los montevideanos.

Por otro lado, porque los propios cálculos del gobierno del FA dicen que todos los inmuebles a partir de un valor de mercado aproximado de 150.000 dólares tendrán ajustes al alza en el valor de su contribución inmobiliaria. ¿Se puede decir, de verdad, que alguien que posee un apartamento o una casa de un valor aproximado de 160.000 dólares es rico, por ejemplo, y que por tanto es justo que se le aumente la contribución inmobiliaria de forma de cumplir con el principio izquierdista de que pague más el que más tiene?

Además, cuando se analizan las zonas geográficas en donde mayoritariamente se encuentran los padrones que más empezaron a sufrir este año el mazazo impositivo de la administración de Cosse, resulta que están sobre todo concentrados en el territorio de dos municipios: el CH y el E. No hay casualidades de parte del FA en este sentido: se trata de dos de los municipios en los que la izquierda perdió en 2020, en los que gobiernan desde 2015 alcaldes y concejales provenientes de la coalición de gobierno, y en donde, como una especie de venganza política, la izquierda decide sancionar a los vecinos que allí residen aumentándoles la contribución inmobiliaria de forma muy importante.

Quienes se mueven en política azuzando el resentimiento entre clases sociales alegarán que, en definitiva, todo esto poco importa: los ricos tienen dinero y por tanto que se aguanten. Sin embargo, ese argumento lleno de odio y envidia, que infelizmente está tan extendido en la sociedad uruguaya, omite dos dimensiones muy importantes de este impuestazo del FA.

En primer lugar, que la consecuencia evidente de todo esto es que aumente la propensión a emigrar de la capital: hace algunas semanas se publicó aquí un excelente informe que señalaba que los barrios privados habían pasado de 20 en 2002, a más de 100 veinte años más tarde, y que la inmensa mayoría de ellos están en Canelones cerca de Montevideo y conformados por personas que antes vivían en Pocitos o Malvín, por ejemplo, es decir algunos de los barrios que sufren de este mazazo impositivo.

En segundo lugar, es absolutamente falso que este aumento solo es pagado por gente rica que vive en mansiones suntuosas de los barrios de la costa: en realidad, este impuesto también golpea directamente a empresarios que disponen de lugares comerciales bien situados en barrios populosos como Pocitos, por ejemplo, a los que les han hecho mejoras y cuyas valoraciones de mercado están muy por encima de los 150.000 dólares. La ilustración es clara, y para todos evidente: mientras que el gobierno nacional se preocupa por dar aire a los empresarios bajándoles impuestos, el gobierno del FA en Montevideo se las ingenia para aumentarles fuertemente la contribución inmobiliaria.

Finalmente, hay un enojo muy fuerte y entendible de parte de todos aquellos que ven aumentar su contribución inmobiliaria (y otros impuestos vinculados a ella): mientras que están obligados a pagar más, los resultados en los servicios no mejoran. Montevideo sigue siendo una mugre y los transportes públicos siguen siendo ineficientes, por ejemplo, en todas partes de la ciudad.

Aumento de recaudación con fines electorales, con la sanata de que pagan más los más ricos; castigo a quienes no votaron al FA; mazazo a los empresarios que invierten en sus locales y deben pagar más contribución por año; y una fuerte invitación para emigrar a los barrios privados de Canelones. Eso es el impuestazo de Cosse. Esa es la izquierda gobernando.

Mientras que el gobierno nacional se preocupa por dar aire a los empresarios bajándoles impuestos, el gobierno del FA en Montevideo se las ingenia para aumentarles fuertemente la contribución inmobiliaria.

EDITORIAL

es-uy

2023-03-18T07:00:00.0000000Z

2023-03-18T07:00:00.0000000Z

https://epaper.elpais.com.uy/article/281827173002629

El Pais Uruguay