■ A principios de 2022, John Vidale y Wei Wang, de la Universidad del Sur de California, analizaron los temblores causados por pares de bombas nucleares detonadas por la URSS entre 1971 y 1974. Los resultados sugerían que en ese periodo el núcleo interno de la Tierra se había parado y comenzó a girar en sentido contrario respecto a la corteza, un resultado similar al del estudio actual. “El nuevo estudio es muy bueno, pero aun así es difícil de confirmar”, advierte ahora Vidale. El problema es que la cantidad de terremotos válidos para estos análisis es limitada. Estos trabajos requieren un gran tiempo de computación con potentes ordenadores para simular la Tierra. “Es posible que en cinco o 10 años, con más datos y mejores simulaciones, podamos saber si, como parece, el núcleo de la Tierra sigue estos ciclos”, añade el científico. Puy Ayarza, directora del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca, opina que el nuevo trabajo “es novedoso y provocativo”. “Parece que el movimiento del núcleo interno puede no ser tan uniforme como creíamos. El trabajo es un paso adelante y aporta muchos datos. Ya iremos viendo si sus conclusiones son ciertas”, añade.