Hace dos meses fueron las elecciones anticipadas en Israel, dado que el anterior gobierno renunció y duró un año y medio en vez de cuatro años.

El ex primer Ministro Benjamin Netanyahu pudo formar una coalición de 64 diputados, junto con los tres Partidos Religiosos. El Partido Ortodoxo Shas que está integrado por Sefaradíes Ortodoxos obtuvo 11 bancas en la Knesset o sea el Parlamento. El Líder es el rabino Arieh Deri, que Netanyahu lo nombró Ministro de Salud Pública y Ministro del Interior.

La Suprema Corte de Justicia por mayoría de 10 miembros y uno en contra decretó que Deri no puede ocupar cargo como Ministro porque tres veces fue sentenciado por la Justicia por delitos económicos.

El Sr. Arieh Deri fue procesado, estuvo en prisión y en otros juicios pagó multas. O sea, la Justicia le prohibió ocupar cargos públicos por delitos pasados por los cuales fue procesado y ya pagó su deuda a la sociedad.

El Partido Shas obtuvo más de medio millón de votos o sea casi un 10% del total.

El Sr. Deri fue Ministro en gobiernos anteriores y demostró ser muy capaz.

Netanyahu trabajó muy duro para formar un gobierno de coalición.

Si miramos a nuestros vecinos del Sur y Norte, los gobernantes también cometieron delitos. En Argentina no han ido a prisión, en Brasil sí, cosa que no le impide a Lula ser Presidente por tercera vez.

Si Netanyahu con gran sacrificio formó un gabinete de gobierno, opinamos que la Justicia no debe intervenir y oponerse a otorgar cargos a un hombre que fue sentenciado, pagó su deuda a la sociedad y por lo tanto debe darle una nueva oportunidad. Tampoco provocar una renuncia al nuevo gobierno y nuevas elecciones en menos de un año.