El Pais Uruguay

Cuando enojarse puede jugar a tu favor

¿El que se calienta pierde? No siempre. A veces, la ira bien canalizada puede serte útil

THE NEW YORK TIMES

Sentirse enojado tiene sus ventajas. Según una investigación pubicada en The Journal of Personality and Social Psychology, la cólera es más útil para motivar a las personas a superar obstáculos y alcanzar objetivos que un estado emocional neutro.

En una serie de siete experimentos, los investigadores incluyeron a estudiantes universitarios y, en algunos casos, provocaron su enojo al mostrarles imágenes que insultaban a su universidad. “Funcionó bien”, afirmó Heather Lench, autora principal del estudio.

Los investigadores descubrieron que el enojo ayudó a los estudiantes a resolver más acertijos. Cuando se les pidió que jugaran a un juego de computadora arreglado para que fuera casi imposible de ganar, esto los enfureció, pero en esos momentos, los estudiantes se movían más rápido y su tiempo de reacción disminuía.

“Durante mucho tiempo, existió la idea de que ser positivo todo el tiempo era una meta en la vida y que debíamos esforzarnos por alcanzarla”, señaló Lench. “Pero cada vez hay más pruebas de que, en realidad, una vida equilibrada por una mezcla de emociones es más satisfactoria y positiva a largo plazo”.

ACEPTÁ TU ENOJO. A muchos nos han enseñado a alejar las llamadas emociones negativas y a centrarnos en lo positivo. Sin embargo, los expertos aseguran que ser incansablemente positivo y apoyarse en clichés felices, también conocido como “positividad tóxica”, puede perjudicarnos.

“La mayoría de la jerga de la positividad carece de matices, compasión y curiosidad”, escribió la terapeuta Whitney Goodman en su libro Positividad tóxica. “Viene en forma de afirmaciones generales que le dicen a alguien cómo sentirse y que el sentimiento que está teniendo en ese momento está mal”.

La verdad es que todas nuesutilizar tras emociones son útiles. La ira suele aparecer después de haber sufrido una ofensa “y uno sigue creyendo que puede enderezar el barco”, añadió. “Puede ser energizante”.

El primer paso es reconocer que estás enojado. “Suena muy obvio, pero no lo es”, dijo Daniel Shapiro, profesor adjunto de psicología en la Facultad de Medicina de Harvard.

Pregúntate: ¿qué estoy sintiendo en este momento? ¿A qué se debe? “Nos enojamos cuando sentimos que hay un obstáculo que nos impide hacer algo”, explicó Shapiro. El enojo también puede derivar de emociones que nos sacuden, como la vergüenza, la humillación o la sensación de que no nos valoran.

En otras ocasiones, la ira puede desencadenarse cuando percibimos una amenaza a nuestra identidad, añadió, por ejemplo, que nuestras creencias o valores están siendo atacados.

Establecé un objetivo saludable. Cuando aflora el enojo, es importante recordar tu objetivo detrás de todo. De lo contrario, puede descontrolarse con rapidez y producir una respuesta desmesurada, demasiado intensa para las circunstancias o que dure un tiempo excesivo.

Supongamos que estás discutiendo con tu cónyuge. Algunos estudios han demostrado que expresar el enojo y mantener una discusión polémica puede mejorar la relación, siempre que el objetivo sea fortalecerla, expresar las necesidades o llegar a un acuerdo, explicó Lench.

Pero si lo que más te importa es tener razón y ganar la discusión, eso podría “llevarte a ser agresivo con los demás de una manera perjudicial”, añadió.

Para discutir con alguien de manera constructiva, se sugiere imaginar lo que siente la otra persona y analizar el problema desde su punto de vista; es más probable que así puedas influir en ella. (Eso no significa estar de acuerdo). Si tu enojo te consume, primero aléjate para calmarte.

En el trabajo, podés canalizar la energía del enojo para alcanzar objetivos relacionados con el rendimiento. Por ejemplo, alguien que no haya recibido la evaluación anual o el ascenso que deseaba puede esa cólera para planificar los pasos a seguir para mejorar el año siguiente.

“Y si le mencionás un problema a tus compañeros de trabajo o a tu gerente, acompáñalo de una sugerencia que ayude a resolverlo”, añadió. “O pedí ayuda para encontrar una solución. A veces, el género, la raza o la posición de una persona en la organización pueden hacer que resulte más difícil mantener estas conversaciones en el lugar de trabajo”.

Por último, “tené cuidado con desahogarte. Desahogarse puede sentirse bien, pero no suele aportar soluciones”, comentó Kross. Tratá de obtener apoyo de personas que sean objetivas y puedan ayudarte a replantear tus circunstancias.

BIENESTAR

es-uy

2023-11-20T08:00:00.0000000Z

2023-11-20T08:00:00.0000000Z

https://epaper.elpais.com.uy/article/282063396705039

El Pais Uruguay