El Pais Uruguay

El músico, el piano y la magia intacta

Mañana, el premiado pianista uruguayo se presentará en la Sala Zitarrosa

RODRIGO GUERRA

Gustavo Casenave lleva toda una vida preparándose para su concierto de mañana en la Sala Zitarrosa. Es más, el ganador de dos Grammy Latino aún recuerda el inicio de todo. “Hago estas improvisaciones desde los seis años”, relata desde una de las mesas del café de Cinemateca. “La diferencia es que mi única audiencia era el cassette y cada obra duraba 30 minutos, porque era lo que duraba cada lado de la cinta”.

Años después, en 1995, repitió la experiencia en Estados Unidos. Pero la escena era radicalmente distinta: sus improvisaciones de piano sonaban en el teatro de Berklee, la universidad privada de música más grande del mundo. “Hacía una primera parte de Chopin y otra de improvisaciones; luego empecé a hacer giras por Europa y desde ahí no paré”.

Mañana, a partir de las 20:00, el público de la Sala Zitarrosa podrá ser testigo de esa instancia de libertad creativa y de composición en tiempo real. “Son improvisaciones y yo genero una obra que tiene una introducción y luego se mueve hacia un motivo que desarrollo y tiene distintas secciones”, explica. “Empieza con algo más tranqui y luego algo agitado que lleva a un final que puede ser glorioso o guerrero. Eso queda librado a lo que suceda en la sala”, define. “Aunque la idea es improvisar, a veces me vienen ganas de tocar un tema y me permito esa libertad”.

Las entradas están a la venta en Tickantel, y los precios van de 850 a 1250 pesos. Es la oportunidad ideal para ver en vivo a uno de los pianistas uruguayos con más renombre mundial.

Casenave, que está radicado en Estados Unidos desde 1994, ya editó 35 discos, se graduó con honores de Berklee —incluso fue nombrado como uno de sus diez mejores compositores en 30 años— y hasta ganó dos medallas de oro en los Global Music Awards.

Al igual que su propuesta de improvisación de piano, las últimas piezas de su discografía se alimentan de la libertad creativa. En Fuelle y Cuerda (2019), que ganó el Grammy Latino en

“La música es mi guía”, comenta el ganador de dos Grammy Latino.

2020, se sumerge en el tango; en A Mystical Journey (2021) muestra su formación clásica y se acompaña de violín, cello y contrabajo; y en Singular (2021) muestra su mejor cara como intérprete en un disco en vivo de piano solo que cierra con una versión de “La Cumparsita”.

Su más reciente trabajo, Asta Hairston Songbook (2022), merece una mención aparte. Acompañado de Christian Mcbride, uno de los contrabajistas de jazz más prestigiosos de la actualidad, y de la cantante Nicki Richards, que desde 2006 se desempeña como corista de Madonna, ofrece una propuesta jazzera de primer nivel. Es un álbum imperdible.

“La historia de este disco es increíble”, cuenta, con entusiasmo, Casenave. “Asta Hairston tiene casi 95 años y fue mi alumna en composición de jazz. Ella era profesora de música en el sistema de escuelas de Nueva York, pero nunca grabó nada. Después, los deberes se fueron transformando en discos”. Así nacieron los álbumes Yearning (2014), The Music of Asta Hairston (2015) y Meandering (2018).

Pero con Asta Hairston Songbook la historia fue diferente. “Ya hiciste instrumentales, ahora tenés que escribir letras”, le propuso. “Escribió ocho canciones y luego empezamos a buscar gente. Llegamos a Nicki Richards, que le daba clases de canto a mi hija, y a Christian Mcbride, que para mí fue un sueño cumplido”, relata.

“Pero justo cuando estábamos por publicar el disco, Asta tuvo un incidente de salud y terminó en el hospital. Perdió la memoria y se olvidó de que era música y que tocaba el piano. Fue muy fuerte. Entonces le llevé las mezclas a su casa y ella, que apenas me reconocía, no podía creer que esa era su música. ¡Se agarraba la cabeza! Fue muy emotivo y está filmado en un corto que se llama Redescovering Asta y va a salir próximamente”, adelanta.

Como Hairston, el uruguayo también se dedicó a dar clases en Nueva York. Durante 15 años trabajó en el Harbor Conservatory de Harlem —incluso llegó a presidirlo— y recuerda a esa experiencia

Mañana, el artista presentará un recital de piano solo basado en la improvisación.

como un momento esencial de su camino. “Cada vez que salía del subway en la noche tenía que andar con cuidado porque era una zona complicada, pero en esos momentos me dejaba llevar algo que me decía: ‘Dale, metele garra’. La música es mi guía y no podría perder mi convicción”.

Algo similar le sucedió con la irrupción de la pandemia. Después de haber ganado su primer Grammy Latino a finales de 2019, había organizado unos cuantos conciertos para 2020. Sin embargo, todo quedó en suspenso. “Fue muy difícil, pero le debo mucho a mi esposa, Vicky Barranguet, que también es artista y me apoyó en todo momento. La música es muy difícil, y más cuando tenés familia, pero con el apoyo mutuo logramos dedicarnos al 100% a lo nuestro”.

Y si de convicciones se trata, la de alimentar su obra con su ADN musical es clave en su camino. Sin embargo, encontrar su identidad fue todo un desafío. “Cuando me fui a Estados Unidos, solo tocaba jazz y música clásica, pero cuando llegué a Berklee me tocó participar de un ciclo de conciertos en los que cada alumno tenía que tocar la música de su país. Yo miraba a los cubanos tocando latin jazz y ahí me enfrenté a esta pregunta: ‘Gustavo, ¿quién sos? ¿De dónde salís?’ Es que yo nunca le había dado pelota al tango ni al candombe, pero los conocía”, recuerda.

Entonces, la invitación de un compañero argentino a tocar tango lo llevó a sumergirse en el estilo. “Me tiré al agua, pero salió cualquier cosa”, relata con una carcajada. “Así que me puse a estudiar tango en las bibliotecas de Berklee. Me reía solo y pensaba: ¿Cómo puede ser que recién lo haga acá?’ Primero llegué a Piazzolla y luego a Troilo y Pugliese. Después me llamó Raúl Jaurena para invitarme a tocar un repertorio de Piazzolla en el Lincoln Center y me tuve que aprender todo en una semana. Desde ahí no paré”.

—Y si repasás tu vida, ¿a qué le agradecés por haber mantener tu convicción respecto a tu lugar en la música?

—A la vida en general y a seguir sintiendo... (hace una pausa y reformula la frase) Mirá a lo que agradezco: ayer llegué a Uruguay y me fui directo a la casa de mi hermano, que tiene mi piano de toda la vida, ese con el que grababa mis improvisaciones. Cuando todos se fueron lo olí, y mirá cómo es la memoria emocional que enseguida me acordé del feeling que tuve cuando era niño y tocaba un Do menor en tríada con la octava más baja: (imita el sonido lúgubre del acorde) “Tummm...”. Volví a sentir eso que me pasaba sin conocer todo lo que sé ahora. Es ese sentimiento de asombro y esa magia la que nunca me voy a cansar de buscar.

ESPECTÁCULOS

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2023-03-17T07:00:00.0000000Z

2023-03-17T07:00:00.0000000Z

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