El Pais Uruguay

Las enseñanzas de deportistas de elite para la vida cotidiana

Estrategias para generar más concentración, foco, autoconfianza y motivación

SEBASTIÁN CAMPANARIO*

Alta intensidad en lapsos cortos de tiempo, combinación de distintas habilidades, feedback permanente, resiliencia, capacidad para volver a enfocarse, entrar “en la zona”, equilibrio entre maestría y saberes de corto plazo, aprovechamiento intensivo de tecnología y nuevos descubrimientos científicos.

El enumerar estas habilidades no puede estar hablando tanto de deporte de alto rendimiento como de una caja de herramientas para la vida cotidiana. “Podemos mejorar nuestro rendimiento diario recurriendo a técnicas y abordajes provenientes del campo de lo que se denomina fortaleza mental, que se usa con éxito en el mundo de los deportes”, relata Diego Kerner, psicólogo, autor de un libro pionero sobre estos temas (Lunes felices, Grijalbo, 2008) y codirector de un programa de Bienestar en la Universidad Di Tella.

Se trata de estrategias que se utilizan cada vez con mayor frecuencia en el deporte profesional y que sirven para generar mayores niveles de concentración, foco, autoconfianza, motivación y diálogos internos positivos. La razón es simple: la forma en la que un atleta profesional se relaciona con sus emociones y pensamientos tiene un impacto muy fuerte en su rendimiento.

“Hay una gran cantidad de analogías entre la rutina de un atleta profesional y el resto de las personas”, continúa Kerner. “Todos tenemos que rendir al máximo en momentos precisos, prepararnos para eso, tolerar altos niveles de presión, competir contra otros y estar sujetos a cambios de contexto”.

Por eso los beneficios de la fortaleza mental son extrapolables al día a día y se nutren de disciplinas diversas como la psicología deportiva, el mindfulness y las prácticas contemplativas en general, la programación neurolingüística (PNL), la improvisación teatral y las neurociencias, entre otras.

Por otra parte, las herramientas al alcance son de las más variadas: desde prácticas de respiración hasta afirmaciones, visualizaciones y juegos que entrenan la memoria.

Más allá de la elección, los especialistas ponen énfasis en que la clave a la hora de seleccionar cuál practicar es encontrar aquellas rutinas que la persona pueda disfrutar para que el hábito sea sostenible en el tiempo. Está probado que si se perciben como un “trabajo adicional” que se suma a la montaña diaria pueden terminar empujando al burn out (quemado) en la vida cotidiana.

El ida y vuelta entre deporte de alto rendimiento y decisiones en la vida cotidiana ganó legitimidad en los últimos años con abordajes y descubrimientos de muchas disciplinas académicas. Un ejemplo es la denominada “economía del comportamiento” que combina lecciones de la psicología con la economía y se nutre permanentemente de experimentos en el campo deportivo para refinar sus modelos de sesgos (errores comunes que cometemos, a menudo inconscientemente) y toma de decisiones.

En el libro Deshaciendo errores, el divulgador Michael Lewis cuenta la vida de los dos padres de la economía del comportamiento, Daniel Kahneman y Amos Tversky.

El primer capítulo está completamente dedicado a narrar cómo la combinación de ciencia de datos y ciencias cognitivas dieron vuelta la NBA (la liga profesional de básquet de EE. UU.) y la catapultaron hacia un éxito sin precedentes.

En este ámbito muchos deportistas describen cómo en su pico máximo de rendimiento a veces logran entrar en lo que se conoce como “la zona”, un estado en el que el tiempo se diluye, el ego se desvanece y la eficiencia en lo que se está haciendo se dispara. La productividad personal puede aumentar hasta un 700%.

El foco es total, la atención es plena y una visión periférica permite ser conscientes de todos los detalles alrededor: como si la vida transcurriera en cámara lenta, en una escena de The Matrix.

La novedad es que los estudios sobre este estado de “flujo perfecto” sirven tanto para el deporte de elite como para la vida diaria: ayudan a lograr un estado psíquico y físico óptimo, donde fisiológicamente todos los sistemas del cuerpo trabajan en sintonía para lograr un objetivo, con un estado mental activo, positivo, focalizado y resiliente. Justamente a este estado se refiere el psicólogo Mihaly Csikszentmihályi en su libro Flow: The Psychology of Optimal Experience.

Esta técnica que aumenta la atención y la capacidad de resolver problemas es muy utilizada para enseñar a hablar en público y para entrenar la capacidad de volver al foco después de distraerse. Los golfistas o tenistas profesionales están acostumbrados a “soltar” cuando una distracción o resultado adverso “los saca” de flujo, y volver lo más rápido posible a un estado de máxima concentración. (La Nación)

Gracias a técnicas de la psicología y hallazgos de la neurociencia se puede rendir mejor

BIENESTAR

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2023-09-17T07:00:00.0000000Z

2023-09-17T07:00:00.0000000Z

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