Para cuando atiende la llamada de El País, Pascual Cantero, o sea Muerdo, está en Santiago de Chile a punto de terminar una gira que abarcó 10 países y alrededor de una treintena de fechas. Es, el tour, una “doble celebración”: el reencuentro con el público tras tiempos pandémicos, y un festejo de los 10 años de este proyecto que ha crecido, ha mutado y se ha consolidado entre la fusión y la buena vibra.

“Son lindos momentos”, dice Muerdo a El País. “Hemos hecho ese ejercicio de mirar para atrás, de poner en valor el recorrido, incluso el propio show es una retrospectiva de las canciones más conocidas. Así que estamos con mucha emoción; lo que te da mirar para atrás es eso, mucha emoción”.

El de la emoción es un componente clave en la propuesta del cancionista nacido en Murcia, con tendencia al sello de autor y la fusión, y con una discografía interesante a la que en 2021 sumó La sangre del mundo, en el que apostó y arriesgó con la experimentación electrónica que, dice, le dejó “un pozo de aprendizaje muy grande”.

“Lo que proponemos siempre es un viaje emocional”, admite, y esa es la invitación que le hace a los uruguayos, con los que se reencontrará hoy en Sala del Museo. El show será a las 21.00, se llama 10 años de flores, viento y fuego, y quedan entradas en Redtickets. Habrá, en la previa, un intercambio “mate a mate” con parte de la audiencia, y promete presencia candombera porque la clave, para Muerdo, es llevarse aires sonoros de cada tierra que pisa y luego volcarlos a su obra.

De esta vuelta a la región, Pascual Cantero rescata: “Seguimos en crecimiento y era algo que dudábamos, por el hecho de la pandemia, pero hemos podido comprobar que seguimos al alza y gran parte de eso se lo debemos ese álbum”. Parte de esa apreciación tiene que ver con las entradas agotadas en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, con la acogida de sus temas más nuevos y con esta escala montevideana, el último eslabón antes de que vuelva a girar por España para copsechar los frutos de 10 años de trabajo y de canciones.