El Pais Uruguay

Europa se enfrenta al mayor riesgo de guerra en treinta años

Rusia no quiso “confirmar ni descartar” el despliegue de sus militares en Cuba o Venezuela

Europa afronta el mayor riesgo de guerra en tres décadas, advirtió ayer jueves el ministro de Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau, al asumir la presidencia de turno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que dijo veladamentedebe servir para rebajar tensiones entre Rusia y Occidente.

“Parece que el riesgo de guerra en la región de la OSCE es más grande ahora que nunca en los últimos 30 años”, advirtió el ministro en su discurso para exponer las prioridades de su presidencia ante el Consejo Permanente de la OSCE en Viena.

Rau se refirió, sin mencionarlo expresamente, a la tensión de las últimas semanas por el despliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania, y a las demandas de Moscú de mantener su esfera de influencia sobre países que estuvieron bajo control de la Unión Soviética hasta 1989 y que ahora quieren entrar en la OTAN.

“Recientemente hemos escuchado una demanda de garantías de seguridad relacionadas con una parte importante del área de la OSCE y un renovado discurso sobre áreas de influencia”, dijo el ministro.

Según Rau, los 57 países de la OSCE, que se expande desde Canadá a Rusia, “afrontan hoy una mezcla particularmente grande de desafíos a la paz y la seguridad”, entre los que mencionó conflictos “congelados”, como los del Alto Karabaj o Transnistria, el riesgo de confrontación militar o el terrorismo. Esas crisis, sumadas a las violaciones de derechos humanos o a los efectos de la pandemia del COVID-19, provocan aumento de incertidumbre y miedo en la sociedad, alertó.

“La situación en la región es peligrosa. Es imperativo encontrar una manera, por la vía diplomática, de detener la escalada y empezar a reconstruir la confianza, la transparencia y la cooperación”, dijo la alemana Helga Schmid, la secretaria general de la organización, en la apertura de la reunión.

LAS POSICIONES. Estados Unidos ha apoyado ayer que la OSCE sea el foro esencial para rebajar las tensiones con Rusia y asegurar la paz en la región, pero ha advertido de que no aceptará “chantajes” de Rusia ni su exigencia de mantener “esferas de influencia”.

“Mientras nos preparamos para un diálogo abierto sobre cómo reforzar la seguridad en beneficio de todos, debemos rechazar con decisión el chantaje y no permitir nunca que se premien las agresiones y las amenazas”, afirmó Michael Carpenter, embajador de Washington ante ese organismo.

El representante estadounidense pidió tolerancia cero con “esferas de influencia” o la restricción de la libertad de los países de “elegir sus propias alianzas”, en una alusión a la exigencia de Rusia de que varios países que estuvieron bajo el control de la Unión Soviética no entren en la OTAN, para garantizar su propia seguridad.

Carpenter dijo que las acciones de Rusia contra Ucrania son un “desafío” a la paz y la seguridad en Europa, y denunció también la“indeseada presencia militar” rusa en Georgia y

Moldavia.

La Unión Europea (UE) dijo que los pilares de la seguridad europea son la integridad territorial y soberanía de los Estados; el reconocimiento de las fronteras de cada país; y la libertad de los países de decidir sobre su política exterior y de seguridad. “Ninguno de estos principios es negociable, ni sujeto a revisión o reinterpretación”, destacó, en clara referencia a Rusia y su exigencia de que Ucrania no entre en la OTAN.

CUBA Y VENEZUELA. Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores ruso, declaró al canal de televisión ruso RTVI que Estados Unidos y la OTAN dijeron “no” a las demandas de garantías de seguridad de Rusia y descartó una pronta reanudación de las negociaciones con Occidente.

Al ser preguntado sobre las medidas de respuesta de Moscú, no descartó el despliegue de infraestructura militar en Cuba y Venezuela. “No quiero confirmar nada (...), ni descartar nada”, señaló.

LA SEMANA. El diálogo entre Rusia, Estados Unidos y sus aliados europeos llegó ayer al Consejo Permanente de la OSCE en Viena en la tercera y última ronda de encuentros diplomáticos para neutralizar el conflicto en Ucrania.

Después de las tensas discusiones en Ginebra entre altos representantes diplomáticos de Washington y Moscú, la OTAN y Rusia expusieron el pasado miércoles en Bruselas sus profundas “divergencias” en cuanto a la seguridad en Europa.

Tampoco se esperaban avances en la reunión de la OSCE. “No pienso que haya resultados concretos esta semana”, resume el embajador estadounidense en la OSCE, Michael Carpenter.

UCRANIA. Los occidentales acusan a Moscú de preparar una invasión al desplegar en las últimas semanas unos 100.000 soldados, carros y artillería en la frontera con Ucrania, algo negado desde el Kremlin.

Esos movimientos de tropas rusas en la frontera con Ucrania “forman parte de la presión” ejercida por Rusia, pero “no se trata de negociar bajo presión”, afirmó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

En el terreno, los observadores de la OSCE apuntan a un deterioro de las condiciones en las zonas controladas por los separatistas prorrusos en el este del país, que combaten contra el gobierno de Kiev desde hace casi ocho años.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se mostró alarmista el pasado miércoles. “El riesgo de un nuevo conflicto armado es real. La salida de la crisis atañe a Rusia. Debe implicarse en la desescalada”, aseguró. Pero el Kremlin argumenta que el despliegue militar es una reacción a la presencia creciente y amenazante de la OTAN en lo que Moscú considera su zona de influencia.

”Es imperativo detener la escalada por vía democrática”, afirma la OCSE.

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2022-01-14T08:00:00.0000000Z

2022-01-14T08:00:00.0000000Z

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