Las lluvias se han ido generalizando con la llegada de este Niño tardío, que ha acumulado buenos milimetrajes, particularmente en el norte. Esto mejora la posición de los productores, que tienen más margen de maniobra al momento de la comercialización. Asimismo, la industria ya va saliendo de los negocios de la cuota 481 y pasa a demandar más ganado de campo, lo que podría entonar los precios. Al menos esa es la expectativa de los productores, que aspiran ahora a consolidar los precios de los mejores lotes de novillos sobre 3,10 Us$/kg a la carne, precio que aún no está generalizado. Para las vacas, se aspira alcanzar los 3,00 Us$/kg y en esa puja el mercado busca un nuevo equilibrio.

Los precios medios de exportación de la carne vacuna se mantienen cerca de 4.000 Us$/ton equivalente carcasa, con fluctuaciones leves según la semana. Si bien los costos de la industria han subido por ajustes salariales y la propia caída del dólar, los productores estiman que estos valores de venta al exterior permiten sostener precios al productor como los que se mencionan, o incluso mejores.

GRANOS. En el mercado internacional de Chicago los precios no han tenido grandes variaciones semanales, con la excepción del trigo que cayó 4%. La oferta de los grandes productores del hemisferio norte (en especial Rusia) es abundante. Los rusos logran ofrecer trigo FOB de buena calidad a menos de 230 Us$/ton, lo que presiona los precios regionales. En soja el mercado sigue pendiente de la situación climática en Brasil, que ha mejorado parcialmente en los últimos días.

En el mercado local la estabilización de la soja futura en torno a 450 Us$/ton está estimulando la intención de siembra e incluso la fijación de algunos negocios, con la cautela que impone siempre el clima (más todavía luego de lo sucedido la zafra previa).

En el caso del trigo, los precios se muestran bajo presión por lo explicado en el mercado internacional, con valores que se mueven en torno a 220 Us$/ton. No se espera que hasta febrero-marzo haya cambios sustanciales.

FINANZAS. En EEUU la inflación fue menor a la esperada y eso implicaría una mayor probabilidad de que la Reserva Federal culmine su ciclo de suba de tasas e incluso comience a bajarlas. Esto hizo que bajara el dólar a nivel global y también en Uruguay. En parte reaccionando a esto, el BCU bajó la tasa 25 puntos básicos a 9,25%, manteniendo el sesgo contractivo de la política monetaria.